RAMALA, 15 de enero (NNN-PRENSA LATINA) — La ministra de Salud de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mai Al-Kaileh, confirmó el viernes 822 nuevos casos de COVID-19 en la Franja de Gaza y Cisjordania, además de 27 decesos por la grave enfermedad.
Un total de mil 848 personas, de las más de 155 mil infectadas, fallecieron desde el inicio del brote a la fecha en ambas demarcaciones, puntualizó la experta citada por la agencia de noticias Wafa.
Según Al-Kaileh los casos activos rondan la cifra de 12 mil 900 en momentos cuando siguen en vigor las medidas de bloqueo, entre ellas los toques de queda nocturnos de domingo a jueves y confinamientos completos los viernes y sábados.
El jueves la ANP decidió prolongar durante 15 días más disposiciones como la prohibición de circulación entre una gobernación y otra, con excepción del transporte que traslada al personal médico.
Además subrayó que quedarán aislados los residentes en aldeas, ciudades y campos de refugiados donde persistan elevadas tasas de contagio.
La ANP pidió a los ciudadanos palestinos que trabajan en Israel abstenerse de regresar a sus hogares en el transcurso de dos semanas y todas las universidades e institutos deberán apelar al aprendizaje a través de plataformas digitales, precisó el vocero Ibrahim Melhem.
Cisjordania y la Franja de Gaza encaran una segunda oleada de la pandemia con limitados recursos y una endeble infraestructura de Salud.
Nos enfrentamos a una situación nueva y espantosa, algunos pueden pensar que ya no podemos resistirla, pero si adoptamos las acciones necesarias de manera firme, entonces habremos logrado en gran medida controlar la propagación del virus, afirmó con anterioridad el presidente de la ANP, Mahmoud Abbas, al explicar las disposiciones de cierre.
La semana previa 200 rabinos instaron al Gobierno de Israel a salvar la vida de los habitantes de esas localidades.
Resulta una obligación moral y religiosa socorrer a otros seres humanos y la potencia ocupante debe actuar en consecuencia, insistieron.
Los jefes espirituales de la comunidad judía manifestaron especial preocupación por la situación de los palestinos radicados en la Franja de Gaza, bloqueada y bombardeada por Israel, que rondan los dos millones.
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