EL CAIRO, 11 de enero (NNN-PRENSA LATINA) — Como resultado de una segunda ola, las autoridades sanitarias egipcias confirmaron 989 casos nuevos de COVID-19 con los que suman hasta el domingo 148 mil 799 los reportados en el país desde el inicio del brote.
Según el balance más actualizado de la cartera, ocho mil 142 pacientes perdieron la vida a causa de la grave enfermedad durante tal período, cuando 118 mil 294 enfermos lograron recuperarse.
No obstante la ministra del sector, Hala Zayed, admitió que las cifras reales de infectados son superiores a las informadas oficialmente pues algunas personas prefieren esperar en casa por una mejoría, sin notificar la dolencia en la red asistencial.
A fin de combatir la pandemia de manera proactiva, contingentes médicos recorren las gobernaciones con una situación epidemiológica compleja con el propósito de comprobar el estado de salud de aquellos que permanecen aislados en régimen domiciliario y verificar las precauciones implementadas para proteger a familiares y vecinos.
Tras un declive en los contagios, los expertos diagnostican alrededor de un millar cada jornada, lo que obligó a suspender las clases en todos los niveles de enseñanza hasta mediados de febrero, cuando se cumplirá un año de la detección de los primeros casos aquí.
Dado incumplimientos en las disposiciones preventivas, el gabinete pidió cero tolerancia con quienes salgan de casa sin mascarillas, que de ser sorprendidos deberán pagar multas de forma inmediata.
El ministerio de Dotaciones, que rige asuntos islámicos, cerró mezquitas donde desobedecieron las pautas preestablecidas.
Ahram on line reportó que equipos de las Fuerzas Armadas desinfectan en horario nocturno avenidas y sitios de uso colectivo.
El primer ministro, Mostafa Madbouly, ordenó duplicar la producción de oxígeno con fines terapéuticos, para encarar la demanda de los hospitales a raíz del incremento de las infecciones y de denuncias sobre la escasez de ese gas medicinal en algunas instalaciones.
De acuerdo con el portal digital, la Fiscalía investiga la muerte de varios pacientes con COVID-19 en instituciones públicas atribuida por familiares al insuficiente suministro de oxígeno, una imputación que el ministerio de Salud ha negado.
De momento el gobierno descarta confinamientos y apela a medidas puntuales a las que se añade la suspensión de todos los eventos de entretenimiento y reuniones masivas en espacios cerrados.
Desde el inicio del brote las autoridades han evaluado como relativamente bajas las cifras de infectados, al compararlas con el total de la población que supera los 101 millones y con los registros de otras naciones.
Aunque el inicio de la segunda ola, coincidiendo con la llegada del invierno, y la imposibilidad de implementar por ahora un programa amplio de vacunación, entrañan un gran riesgo, advierten especialistas.
— NNN-PRENSA LATINA