BRASILIA, 2 de diciembre (NNN-AGENCIAS) — El gobierno de Brasil presentó el martes los lineamientos generales del plan de vacunación contra el coronavirus, con indicaciones sobre la posible exclusión del inmunizante del laboratorio estadounidense Pfizer, mientras se agrava la pandemia en Rio de Janeiro cuya red de hospitales se aproxima al “colapso”.
El secretario de Vigilancia del Ministerio de Salud, Arnaldo Medeiros, indicó las características de la “vacuna ideal” para ser aplicada en las cerca de 38 mil salas de atención que son parte del Sistema Unico de Salud en todo el país.
El gobierno nacional comprará aquella vacuna que se aplique en “una dosis única, aunque muchas veces esto no es posible, y fundamentalmente la vacuna que sea termoestable durante largos períodos, en temperaturas de 2 a 8 grados (centígrados). ¿Por qué? porque nuestras salas de atención están equipadas con una red de frío de entre 2 y 8 grados”, dijo el funcionario.
“¿Qué queremos de una vacuna?. Que garantice la protección contra la dolencia, que tenga eficacia, que sea segura y se pueda usar en varias franjas etárias”, abundó Medeiros.
La vacuna desarrolla por Pfizer requiere ser almacenada a 70 grados bajo cero, de donde se desprende que posiblemente quede fuera de los planes del gobierno brasileño.
El secretario Medeiros ofreció una conferencia de prensa luego de reunirse con los secretarios de salud de los 27 gobiernos estaduales que han expresado su preocupación por la demora del gobierno federal en elaborar un plan de vacunación.
El presidente, Jair Bolsonaro, reiteró el jueves pasado que no se aplicará la vacuna además de manifestarse contra inmunización sea obligatoria.
El presidente cuestionó nuevamente al gobernador de San Pablo, Joao Doria, que propone la vacunación obligatoria y firmó un acuerdo con el laboratorio chino Sinovac, para desarrollar en el instituto Butantan la vacuna Coronavac.
Las autoridades de Butantan, dependiente del gobierno paulista, cuestionaron la semana pasada al gobierno nacional por su presunto desinterés en aprobar la vacuna china.
De las declaraciones dadas el martes por Medeiros no surge la exclusión del medicamento chino.
Para algunos analistas locales está en curso una “guerra de la vacuna” entre Bolsonaro y el gobernador Joao Doria, y ambos adoptan medidas dentro de ese conflicto político.
El caso es que la pandemia no cede en su intensidad en Brasil el segundo país del mundo en número de muertos, con más de 173 mil, y el tercer puesto en infectados, con 6,3 millones.
El lunes el gobernador paulista Doria anunció que en su provincia, la más importante del país, volverá a regir el nivel “amarillo” de distanciamiento social dado el aumento de infectados y muertes.
Una situación similar se observa en Rio de Janeiro, el segundo estado más importante, cuya capital es el destino turístico preferido de los extranjeros que llegan a Brasil.
Un informe redactado por investigadores de la Universidad Federal de Rio de Janeiro (UFRJ) alertó sobre “un cuadro muy preocupante en el municipio de Rio de Janeiro, el aumento de casos está produciendo un gran estrés en el sistema de salud, la media diaria de ocupación de camas es del 93,5 %”.
Hay un “elevadísimo riesgo” de que comience a haber personas que mueran sin poder internarse por falta de habitaciones en los hospitales, señaló el documento del Grupo de Trabajo Interdisciplinario para Enfrentar el COVID-19, de la UFRJ.
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