TEHERÁN, 23 de noviembre (NNN-PRENSA LATINA) — Irán entró el domingo en su segunda jornada de bloqueo de sus principales ciudades, incluida esta capital, con el objetivo de frenar el mayor brote de la COVID-19 en Medio Oriente.
Cierre de negocios y reducción de viajes entre centros urbanos contemplan las estrictas medidas decretadas por el gobierno.
Durante la semana pasada, la nación de los persas registró un promedio de 430 muertos diarios y de casi 13 mil positivos.
La vocera del Ministerio de Salud, Sima Lari, confirmó que el número de casos llegó a más de 840 mil y contando desde febrero último, mientras que los decesos suman más de 42 mil.
Las medidas de bloqueo prohíben la apertura de la mayoría de las empresas, centros comerciales y restaurantes en los centros urbanos más poblados de este país, entre ellos, Teherán, la capital, Mashhad, Isfahan y Shiraz.
En total, las autoridades obligaron a adoptar confinamiento a casi 160 pueblos y localidades, a los cuales identificaron como zonas de alto riesgo.
El sábado, el presidente iraní, Hassan Rouhani, en un discurso televisado, exhortó a que la población observara medidas de prevención y anunció subsidios para 30 millones de personas durante cuatro meses.
Irán evitó hasta ahora bloqueos totales para mantener vivo el sector económico frente a una inhumana política de Estados Unidos que obstaculiza compras de medicamentos y suministros.
El presidente Donald Trump amplió una ronda de castigo que reinició en 2018 con la retirada de Washington del acuerdo nuclear sellado por Teherán en 2015 con seis potencias mundiales.
— NNN-PRENSA LATINA