BEIRUT, 4 noviembre (NNN-AGENCIAS) — El presidente de El Líbano, Michel Aoun, y el primer ministro designado Saad Hariri reanudaron esfuerzos para la formación rápida del Gobierno ante un curso que perdió la calidad de positivo, estiman analistas.
Informes sobre el tema señalaron que ambos políticos estuvieron a punto un borrador de la alineación gubernamental con la posibilidad de presentarla en lo inmediato. Pero, afloraron las dudas con vistas a ese empeño por las divergencias para el reparto de cargos entre los principales grupos políticos.
La oficina presidencial de medios emitió un comunicado, cuyo contenido contrasta con los reportes de una vuelta al punto de partida en el proceso de instalación del próximo Ejecutivo.
Según trascendidos, Aoun y la Corriente Patriótica Libre (CPL), encabezada por su yerno Gebran Bassil, obstruyeron por intentos de capitalizar tres carteras clave, Defensa, Interior y Justicia.
Al frente del bloque cristiano más grande en el Parlamento, a Bassil también lo acusan de insistir en la retención del portafolio de Energía que se mantiene en manos de su fuerza política desde hace 10 años.
La nota remitida por la oficina presidencial refutó acusaciones sobre la participación de terceros en el proceso de instalar el gabinete.
‘Las consultas de formación de gobierno se llevan a cabo de acuerdo con la Constitución con la única participación del presidente de la República, Michel Aoun, y el primer ministro designado Saad Hariri’, se lee en el texto.
Y aclara, ‘no hay un tercero, en especial, el diputado Gebran Bassil’.
Aoun recibió la víspera a Hariri después de varios días, un reflejo de las dificultades en las tratativas de entregar un colectivo ministerial que luego debe pasar por el filtro del voto de confianza en el Parlamento.
Desde su nombramiento como primer ministro designado el 22 de octubre, las dos figuras han celebrado cinco reuniones sobre la composición del próximo Gobierno que, de acuerdo con los observadores, seguirá la línea de una iniciativa del presidente francés Emmanuel Macron.
Bajo ese diseño, hay una hoja de ruta de soluciones tecnocráticas para solucionar la peor crisis económica y financiera libanesa en décadas y abrir las puertas a ayuda internacional.
En la percepción popular se registra desespero y condena a la demora en instalar un Gobierno, sobre el cual descansan, pese a todo, esperanzas de al menos una mejoría de la actual deteriorada situación.
— NNN-AGENCIAS