RAMALA, 24 de octubre (NNN-AGENCIAS) — HAMAS catalogó la normalización como pecado político que daña la causa palestina y los intereses árabes.
“El anuncio de la normalización de las relaciones entre Sudan y la ocupación israelí es un pecado político que hace daño a nuestro pueblo palestino y su justa causa, incluso hará daño a los intereses nacionales de Sudán y de la nación árabe”, declaró Hazem Qasem, portavoz del Movimiento de Resistencia de Palestina (Hamas), en un comunicado publicado este viernes.
En esa misma jornada, el presidente de EE.UU., Donald Trump, avisó del acuerdo entre el régimen de Israel y Sudán para el establecimiento de las relaciones, en línea con los pactos alcanzados el mes pasado por los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Bahrein al respecto.
El vocero de Hamas, no obstante, alertó que la medida no solo favorecerá a los planes expansionistas del premier israelí, Benjamín Netanyahu, sino también al presidente de EE.UU., Donald Trump, quien pretende instrumentalizar el pacto como una de sus victorias para ganar las elecciones.
“Solo sirve al proyecto sionista y su política expansionista en la región y beneficia a Trump en los comicios presidenciales (estadounidenses) y a Netanyahu en su crisis interna”, sostuvo Qasem.
El Movimiento de la Jihad Islámica, por su parte, declaró que el acuerdo de normalización sudanés-israelí es una traición a Palestina y a la nación y una amenaza para la identidad y el futuro de Sudán.
El líder de la Jihad Islámica, Daoud Shihab, describió el acuerdo como una “amenaza a la identidad y el futuro de Sudán y una traición a la nación y las bases del consenso árabe”.
Shihab agregó: “Confiamos en que el pueblo sudanés y los partidos nacionales y patrióticos en Sudán no aceptarán esta traición”.
Explicó que Sudán es un país grande e hizo grandes sacrificios por el bien de Palestina. Señaló que “los sudaneses son más conscientes de la naturaleza del plan sionista-estadounidense destinado a destrozar la reunificación árabe y sitiar a los países islámicos”.
Tales acuerdos recibieron amplias condenas a nivel regional e internacional. Las autoridades palestinas advirtieron que la normalización con Israel acabará jugando en contra y socavando la seguridad de los países árabes, pues allanará el terreno para “el establecimiento de una alianza militar” liderada por el régimen sionista en la región.
En reacción, los grupos de la Resistencia palestina han asegurado que seguirán con su lucha, e incluso recurrirán a una nueva Intifada (levantamiento), para liberar todo el territorio palestino de las garras de Israel, y han alertado de que responderán a las hostilidades confiando en su poder misilístico, con el que pueden alcanzar Tel Aviv.
El Frente Popular para la Liberación de Palestina condenó la normalización sudanesa. Agregó que la postura del régimen sudanés es una traición a la revolución del pueblo.
El Partido Popular también condenó la normalización con el estado de ocupación y pidió la formación de un frente popular árabe para enfrentar dicho proceso.
Asimismo, afirmó que “esta medida representa una desviación adicional de la iniciativa árabe de 2002 e inflige un gran daño a la lucha del pueblo palestino y su justa causa nacional, y no beneficiará al pueblo sudanés ni a sus aspiraciones, sino que solo aumentará sus múltiples crisis.
— NNN-AGENCIAS
