WASHINGTON, 16 de septiembre (NNN-TELESUR) — El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, firmó el martes en esta capital los acuerdos para normalizar relaciones con Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Baréin, logrados bajo el auspicio del Presidente estadounidense Donald Trump.
Los documentos, conocidos como Acuerdos de Abraham, también fueron rubricados por los ministros de Exteriores de EAU y Baréin, Abdulá bin Zayed al Nahyan y Abdulatif bin Rashid al Zayani, respectivamente.
Antes de la firma, en una reunión bilateral con Netanyahu, Trump declaró que pronto “otros cinco países más” establecerán relaciones diplomáticas con Israel, pero no los identificó, y destacó que hasta ahora solo dos países árabes tenían relaciones con Israel: Egipto (desde 1979) y Jordania (desde 1994).
Asimismo, el mandatario estadounidense aseveró que la Casa Blanca está “hablando” con los palestinos y que “en el momento adecuado” ellos llegarán a un acuerdo de paz con Israel.
Durante esta jornada, en varias ciudades de Cisjordania se produjeron protestas en rechazo a estos acuerdos, considerados por los palestinos una “normalización de la ocupación”.
Los pactos de normalización de lazos de Israel con EAU y Baréin no contribuyen al fin de la ocupación israelí ni a la paz con los palestinos, denunció el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat.
Según el líder palestino, los acuerdos de Tel Aviv con estas dos monarquías del Golfo Pérsico son parte de una estrategia del Gobierno estadounidense y de Netanyahu, que dejan a un lado el enfoque palestino de “paz por territorios” para asumir el de “paz por protección” o “paz por intereses”.
Con la firma del documento, esas dos naciones “aceptaron el Acuerdo del Siglo”, la propuesta de paz de EE. UU. para la región, y ello aleja aún más la solución de dos Estados, afirmó.
Además, comentó que todo no es más que una maniobra para apoyar la reelección presidencial de Donald Trump y mejorar su imagen y la del Primer Ministro de Israel, castigadas por la crisis sanitaria y económica.
Para el exdirector de Seguridad Nacional de Israel, Jacob Nagel, este proceso “crea un eje frente a Irán (…) y se sobreentiende que (Emiratos y Baréin) recibirán a cambio apoyo militar de Israel y EE.UU.”.
Hace unas horas, Netanyahu manifestó a un periódico israelí que “no habrá un Estado palestino, sino enclaves separados de residentes palestinos, no ciudadanos”, y agregó que no retornará ningún refugiado a su hogar.
Al aclarar aún más la verdadera estrategia de su país, expresó: “A partir de ahora, las negociaciones entre israelíes y palestinos se basarán en temas que no tienen relación con el derecho al retorno de los refugiados palestinos, y Jerusalén será la capital unificada y eterna de Israel, y (tendremos) la soberanía absoluta de Israel sobre Cisjordania”.
En lo tocante al plan de anexión de tierras palestinas, dijo que “no anexaremos Jericó. Solo anexaremos el Valle del Jordán, y los palestinos, a quienes anexaremos, no obtendrán una nacionalidad, y el ejército está listo para todas las opciones”. Añadió que no se tratará de una anexión, sino imponer la ley israelí sobre Cisjordania.
También declaró: “Trabajaremos para retirar las tarjetas de identificación y pasaportes que fueron emitidos por la Autoridad Palestina bajo el techo de (los acuerdos de) Oslo, y expulsaremos a las personas que entraron a Cisjordania bajo el techo de Oslo”.
— NNN-TELESUR
