Marruecos acoge el diálogo en busca de un acuerdo de paz en Libia

LIMA, 8 de septiembre (NNN-ANDINA) — Las sesiones del diálogo libio entre las delegaciones del Alto Consejo de Estado y el Parlamento de Tobruk, destinadas a mantener el alto el fuego y a abrir negociaciones para poner fin a los conflictos entre los protagonistas libios, se desarrolla en la localidad de marroquí de Bouznika a pocos kilómetros de la ciudad de Skhirat donde se firmó el único acuerdo entre las facciones del país norteafricano.

Este diálogo, que demuestra una vez más la acertada visión de la cancillería de Marruecos en el manejo de este dosier, tiene por objeto mantener el alto el fuego y abrir negociaciones para poner fin a los conflictos entre las partes libias.

Se produce unas semanas después de la visita a Marruecos del presidente del Alto Consejo de Estado libio, Khaled Al Mechri, y del presidente del Parlamento libio, Aguila Saleh, por invitación del presidente de la Cámara de Representantes de Marruecos.

El diálogo libio también viene después de la visita a Marruecos de la representante especial y jefa de la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) interina, representante especial adjunta del secretario general, Stephanie Williams, como parte de sus consultas con las partes libias, así como con los socios regionales e internacionales, para encontrar una solución a la crisis libia.

En su intervención en la apertura de este diálogo el ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes en el Extranjero, Nasser Bourita, subrayó que la dinámica positiva observada recientemente en el dosier libio, especialmente después del alto el fuego y la presentación de iniciativas por las partes libias es susceptible de allanar el camino hacia una solución a la crisis libia.

Bourita insistió, en este sentido, en que una solución a la crisis libia se basa en tres principios fundamentales, a saber, el patriotismo libio, la convicción de que la solución sólo puede ser política y la confianza en la capacidad del Alto Consejo de Estado libio y de la Cámara de Representantes libia, como instituciones legítimas fuertes capaces de superar las dificultades y entablar un diálogo por Libia y en interés del país.

El enfoque del Reino, tal como lo definió el Rey Mohammed VI, quiere que el dosier libio no sea una cuestión diplomática o que sea objeto de disensiones políticas, sino más bien un dosier que tiene que ver con el destino de un país magrebí hermano, “con el que mantenemos una fraternidad sincera, y cuya estabilidad y seguridad son también nuestras”, añadió Bourita.

En este sentido, “Marruecos no tiene ni agenda, ni iniciativa o camino, y nunca ha aceptado elegir entre los libios. Por el contrario, siempre considera que los libios son hermanos y que asumen la responsabilidad y otorgan prioridad a los intereses libios”, insistió, señalando que “el Reino no ha cambiado su posición en función de la evolución de la situación sobre el terreno”.

En efecto, subrayó, Marruecos no tiene otra agenda que la de Libia, ni interés que el de Libia, ni propuesta más allá de lo acordado por los libios, reiterando que el Reino está animado únicamente por el deseo y la ambición imparcial de servir a Libia y de estar al lado del pueblo libio y apoyarlo.

En este contexto, continuó Bourita, Marruecos siempre ha estado y seguirá estando dispuesto a crear el espacio en el que los libios puedan debatir con un espíritu constructivo y positivo a fin de avanzar según el orden del día que ellos mismos elijan, y para fomentar el diálogo interlibio sin injerencia en las delegaciones, ni en el orden del día o en los resultados, añadiendo que el Reino aplaudirá cualquier acuerdo entre los libios.

Por su parte, el presidente de la delegación del Parlamento libio, Youssef Al-Agouri, expresó su agradecimiento al Reino de Marruecos, a Su Majestad el Rey Mohammed VI, y al pueblo, al Parlamento y al Gobierno marroquíes por su cálida hospitalidad, su acogida y su compromiso con los esfuerzos para resolver la crisis libia. También agradeció a todos los países hermanos y amigos por sus esfuerzos para preservar la estabilidad de Libia.

“Prometemos a nuestro pueblo libio que haremos todo lo posible por olvidar el pasado, superar las divergencias y avanzar hacia la construcción de un Estado libio que pueda poner fin al sufrimiento de los libios, lograr la estabilidad y la esperanza de un futuro próspero”, dijo Al-Agouri.

A su vez, el presidente de la delegación del Alto Consejo de Estado libio, Abdessalam Al-Safraoui, expresó su agradecimiento y gratitud al Reino de Marruecos, a Su Majestad el Rey Mohammed VI, al Gobierno, al pueblo y al Parlamento marroquíes por los incansables esfuerzos que han desplegado y siguen desplegando para contribuir a resolver la crisis libia.

“Partiendo de nuestro aprecio al papel positivo y a la contribución activa del Reino de Marruecos, así como a los esfuerzos de todos los países hermanos y amigos, deseamos en esta reunión trabajar para salir de la situación de bloqueo, reanudar el proceso político y celebrar reuniones constructivas con nuestros socios en el Parlamento a fin de alcanzar una solución consensuada, política y pacífica”, mencionó.

En este sentido, Al-Safraoui afirmó que no es ningún secreto que Libia está atravesando crisis políticas, económicas, sanitarias, de servicios y de seguridad, con la epidemia del coronavirus a su cabeza, y otras crisis que afectan a todos los libios sin excepción, en el este, el oeste y el sur, a la luz de la división política e institucional.

El Parlamento libio y el Alto Consejo de Estado libio deben asumir sus responsabilidades para acelerar la búsqueda de una solución a estas crisis, a fin de “preservar el país de la división, proteger la vía democrática y evitar el estallido de una nueva guerra en el país”, concluyó.

Las sesiones del diálogo libio entre las delegaciones del Alto Consejo de Estado y el Parlamento de Tobruk, destinadas a mantener el alto el fuego y a abrir negociaciones para poner fin a los conflictos entre los protagonistas libios, continúan hasta este momento en la ciudad marroquí de Bouznika.
— NNN-ANDINA

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