YAKARTA, 8 de septiembre (NNN-AGENCIAS) — Unos 300 refugiados rohinyás llegaron el lunes a la provincia indonesia de Aceh, tras pasar más de seis meses en el mar. La embarcación había partido desde Bangladés. Los propios supervivientes dicen que perdieron por el camino a más de 30 compañeros, una travesía que habría comenzado en febrero.
Casi un millón de rohinyás permanecen refugiados en Bangladés, en su mayoría después de huir de un genocidio y de la ola represiva lanzada en agosto de 2017 por las fuerzas armadas de Myanmar (Birmania). El Ejército birmano asesinó a miles de rohinyás. Y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tildó los hechos de “limpieza étnica”. La falta de perspectiva de un retorno ha empujado a miles de ellos a buscar nuevas salidas en otros países de la zona.
Los rohinyás que fueron rescatados en Indonesia están débiles y algunos incluso enfermos. Están siendo reubicados en un refugio especial, siguiendo los protocolos de la COVID-19.
Pasan ya más de tres años desde el éxodo de la minoría musulmana rohinyá. Sin embargo, la situación empeora cada vez más para esta minoría. Parecen estar en un callejón sin salida. No pueden regresar a su país ni quedarse en los campos de refugiados por la precaria situación reinante.
— NNN-AGENCIAS