GAZA, 26 de agosto (NNN-AGENCIAS) — La Franja de Gaza, el pequeño enclave palestino, debió poner a sus dos millones de habitantes en confinamiento por la aparición de los primeros infectados de COVID-19, ya que hasta ahora no reportaba casos.
Por meses, la Franja, a diferencia de los Estados vecinos, no padecía el virus gracias al férreo cierre de sus fronteras mantenido por Hamas. Diversos casos se registraron en puntos de la frontera y fueron inmediatamente interceptados.
Pero el lunes el virus apareció en forma sorpresiva en el abarrotado campo de refugiados de al-Maghazi, en el centro de la Franja, sobre el que se impuso inmediatamente un toque de queda.
Luego pareció que la situación podría igualmente salirse de control porque los cuatro enfermos, uno es un taxista y otro administra una tienda de ramos generales. Ambos, en la semana última tuvieron numerosos contactos.
En la noche del lunes las autoridades proclamaron entonces el bloqueo general y la policía obligó a la gente que se atrasaba en las calles para cumplir con las últimas adquisiciones in extremis.
Hoy las calles se mostraron desiertas. Los habitantes fueron autorizados a circular solo cerca de sus propias casas para proveerse de alimentos: pero las góndolas de los pocos negocios abiertos estaban ya vacías. Todas las otras actividades se cerraron.
En los apartamentos, donde viven numerosas familias, hay consternación. La erogación de corriente eléctrica descendió a tres horas al día porque -luego de dos semanas de incidentes entre Hamas e Israel- al paso comercial de Kerem Shalom fue cerrado y las provisiones se agotaron.
En muchos casos, donde se usan generadores para llenar los tanques en el techo, la falta de corriente puede significar también la falta de agua.
Y para quien tiene hijos pequeños, la situación es aún más dura. Por el coronavirus las escuelas fueron cerradas en marzo y reabiertas en agosto. Ahora tienen lugar nuevos cierres y, si la pandemia se difunde, serán utilizadas para para hospedar a aquellos que tengan que someterse a la cuarentena.
Entre los hospitales de Gaza, solo al-Quds preparó un departamento para los enfermos de COVID-19.
A pesar de los llamados a la disciplina, hoy miles de personas igualmente se juntaron en el barrio Sajaya de Gaza para los funerales de cuatro milicianos de la Jihad Islámica muertos el lunes en una explosión de naturaleza imprecisa.
En las redes sociales de Gaza esas imágenes desataron fuertes polémicas. Siempre hoy, a pesar del bloqueo otros palestinos se dirigieron a la frontera con Israel para lanzar globos incendiarios que provocaron una treintena de siniestros.
En este contexto de máxima tensión -tanto por el coronavirus como por el temor a un nuevo conflicto entre Hamas e Israel- se espera por la noche el arribo de Mohammad al-Amadi, embajador de Qatar que en el pasado llevó a Gaza enormes ayudas económicas.
Según medios de comunicación, las ayudas mensuales crecerán de 25 a 40 millones de dólares mensuales.
Se trata de una bocanada de aire para la población de Gaza que, en estos tiempos, tiene una necesidad desesperada.
— NNN-AGENCIAS