NAIROBI, 12 de agosto (NNN-PRENSA LATINA) — Tras una secuencia negativa de varios días de alza constante en los contagios con la COVID-19, África amaneció el martes con un millón 58 mil 701 infectados, unos nueve mil por encima de los informados el domingo.
La buena nueva surge en paralelo con otra que estremeció al planeta: el anuncio por el presidente de Rusia, Vladímir Putin, del registro en ese país euroasiático de una vacuna efectiva contra la COVID-19, enfermedad que puede ser letal.
El anuncio es esperanzador para África, donde el lunes los decesos llegaron a 23 mil 592, más de 300 sobre los registrados el domingo, según el informe del Centro de Prevención de Enfermedades el cual cubre las incidencias del pasado lunes.
A pesar de un optimismo relativo, en África persisten inquietudes de un aumento de los infectados basadas en lo ocurrido en otros continentes donde la pandemia resurgió tan pronto los gobiernos flexibilizaron las medidas de precaución aplicadas en los momentos más agudos de la propagación de la enfermedad.
Llama la atención que en Nueva Zelanda, localizado en Oceanía, el continente menos afectado por la pandemia, las autoridades anunciaron el martes los primeros contagios de transmisión local después de 102 días de una línea plana en las infecciones.
Para curarse en salud, la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, decretó el confinamiento de la población en Auckland, la mayor ciudad de ese país austral, después de confirmarse el contagio de origen desconocido en cuatro miembros de una misma familia.
Por paradójico que resulte, apenas horas atrás la Organización Mundial de la Salud elogió a Nueva Zelanda por su éxito en eliminar la transmisión comunitaria.
En tanto, la universidad de Johns Hopkins informó que el número de casos confirmados en el mundo ascendió a 20 millones 92 mil 855, con Estados Unidos a la cabeza de la lista, cinco millones 94 mil 855, seguido de Brasil, que muestra tres millones 57 mil 470.
— NNN-PRENSA LATINA