BEIRUT, 10 de agosto (NNN-PRENSA LATINA) — Por segundo día consecutivo el domingo esta capital registró enfrentamientos entre policías y manifestantes que demandaban la salida del gobierno de El Líbano por estimarlo incapaz de resolver las secuelas de las explosiones del martes último.
La ira popular llegó al clímax por el desastre ocurrido el pasado martes en el puerto que devastó la ciudad capital y dejó un saldo de 159 muertos, seis mil heridos, destrucción parcial o total de 300 mil viviendas y pérdidas por un valor de 10 mil millones de dólares.
Miles de personas rodearon la sede del Parlamento y la Plaza de los Mártires de Beirut y aunque la concentración resultó menor que la del día anterior, la violencia hizo acto de presencia entre ambos bandos.
Los manifestantes derribaron una barricada de acero que protege a la sede del Congreso e incendiaron escombros en los alrededores, a lo que agentes antidisturbios respondieron con gas lacrimógeno y balas de goma.
‘El pueblo quiere la salida del régimen’, coreaban los asistentes.
Otro grupo celebró una vigilia junto al puerto de Beirut en memoria de los fallecidos por la explosión.
Con anterioridad, hubo una refriega entre manifestantes y militares en retiro enojados por consignas que se emitieron contra el presidente de la República, Michel Aoun.
Las actuales autoridades libanesas se niegan a asumir responsabilidad directa por la explosión y afirman que desconocían la existencia de los explosivos almacenados sin seguridad alguna desde 2014.
El Gobierno del primer ministro Hassan Diab asumió su mandato en enero pasado.
— NNN-PRENSA LATINA