EL CAIRO, 4 de agosto (NNN-PRENSA LATINA) — Egipto criticó el llenado inicial de la presa etíope en el Nilo Azul por considerar que tal acto tiene implicaciones negativas y proyecta dudas sobre la factibilidad de las negociaciones tripartitas, reseñó el martes Ahram.
Según el periódico de mayor circulación en el país, el ministro egipcio de Recursos Hídricos, Mohamed Abdel Atti, rechazó tal acción por su carácter unilateral y reiteró que viola la Declaración de Principios firmada en 2015.
En virtud de la misma los países implicados (incluye también a Sudán) asumen el compromiso de regir sus pasos por el consenso entre las partes.
El llenado inicial de la presa en Etiopía tiene implicaciones negativas y pone en duda su voluntad para conseguir un acuerdo justo, insistió el titular del sector citado por la publicación.
No obstante las discrepancias, la víspera las delegaciones de los tres países reanudaron las pláticas virtuales auspiciadas por la Unión Africana (UA), bloque que ha facilitado las últimas rondas de conversaciones animada por el deseo de poner fin a la disputa que dura más de nueve años.
Egipto teme que la ‘puesta en marcha de la represa’, la mayor del continente, limite el flujo del Nilo, insuficiente ya para abastecer a su creciente población, la cual supera los 100 millones.
Por ese motivo exige pautas para llenar el embalse con un ritmo o velocidad no perjudicial, así como medidas encaminadas a mitigar posibles efectos ante sequías severas o prolongadas, postura con la que coincide Sudán.
El territorio -eminentemente desértico- argumenta también que en contraste con la situación de Etiopía, El Nilo es su único curso de agua, del que depende para el consumo humano, la agricultura, la generación de electricidad, la acuicultura, incluso el turismo.
En tanto Addis Abeba apuesta a la colosal obra con el objetivo de garantizar la generación energética nacional y exportar a otras partes de África, adicionalmente afirma que no ocasionará daños a sus vecinos ribereños al hacer uso de ese recurso natural, lo cual considera un derecho legítimo y resorte para el desarrollo interno.
Pese a las desavenencias que limitan la firma de un pacto vinculante, el presidente egipcio, Abdel Fattah El-Sisi, ratificó que persistirá en la vía diplomática.
Los diálogos bajo el paraguas de la UA son acompañados por un grupo de observadores internacionales.
Si el depósito es llenado y operado en ausencia de un trato dirigido a proteger la vida y el sustento de las comunidades colindantes podría -además- generar más estrés en un panorama hidrológico severamente complejo, y poner en peligro a millones de personas, manifestó previamente el ministro de relaciones exteriores de Egipto, Sameh Shoukry.
El país de los faraones tiene una cuota anual de agua de unos 560 metros cúbicos por habitante, lo que coloca al llamado gigante árabe por debajo del umbral internacional de escasez (mil metros cúbicos), enfatizó.
Mientras Sudán, que ha aclarado que no es mediador sino componente clave, mira con inseguridad al megaproyecto, debido a la falta de claridad y garantías en cuanto a la resistencia de su estructura, según las autoridades.
Llamado Blanco en ciertos tramos, el Nilo recibe en Sudán las aguas del Azul, originado en Etiopía.
— NNN-PRENSA LATINA