LOS ÁNGELES, 3 de agosto (NNN-AGENCIAS) — California una vez más es devastada por los incendios, con el área este de Los Ángeles devorada por las llamas que están fuera de control y que obligó a la evacuación de miles de personas, mientras los bomberos continúan combatiendo el fuego.
Pero esta vez es diferente a las otras veces, porque la calamidad toca a un estado ya puesto de rodillas por el virus, nuevo epicentro de la pandemia en Estados Unidos con un balance récord de víctimas y medio millón de personas contagiadas, más que Nueva York.
Son al menos 8 mil las personas que fueron obligadas a abandonar sus viviendas en el área de Cherry Valley, golpeada por una ola de calor con temperaturas de más de 40 grados, por una larga sequía que no da tregua -en la zona está desde fines de junio limitado el consumo de agua- y golpeada por vientos que alimentan una gran hoguera. Esto, nacidos de dos focos de incendio, explotó el viernes y aún no fue domado por los bomberos y por tantos voluntarios que trabajan en ello.
Las imágenes, que inmediatamente comenzaron a girar por las redes sociales, muestran una enorme lengua de fuego que rodea el valle y avanza peligrosamente mientras los helicópteros de los bomberos buscan detenerla lanzando miles de litros de agua.
Según los medios locales son más de 300 bomberos comprometidos en apagar la enorme hoguera de la cual se levanta una enorme columna de fuego que alcanzó las calles cercanas.
También son muchos los videos subidos a las redes sociales de gente que anda de paseo que tomó la “locura del fuego” alimentado por el viento.
Las llamas hasta ahora quemaron más de 60 kilómetros cuadrados de hectáreas de terrenos, varios Centros de evacuación fueron establecidos y las personas “arrancadas” de sus hogares fueron lelvados a los refugios, albergues, escuelas.
Una operación compleja aquella de los socorristas para las familias, que deben tener en cuenta los protocolos vinculados a la emergencia de la COVID-19 y a las restricciones en vigor en el estado, con test (cuando sea posible), medidas de la temperatura, barbijos y distanciamiento social.
El temor es que la situación pueda transformarse en otra ocasión para la propagación de los contagios del virus que ya golpeó duramente la zona.
Por ahora, no hay noticias de muertos o heridos, mientras sobre el frente de los daños el balance podría ser terrible, con cerca de 3.000 viviendas en riesgo, mientras otras tantas ya fueron destruidas.
En tanto en Florida, el otro estado epicentro de la pandemia en Estados Unidos, la preocupación de las autoridades y la población es “Isaías”, el huracán que ya azotó el archipiélago de las Bahamas, sobre Puerto Rico y sobre la República Dominica y que ahora fue degradado a tormenta tropical. Pero, ponen en guarda los expertos, en las próximas horas podría recuperar fuerza de huracán, justo cuando se espera el impacto con el Estado de Florida.
Horas de inquietud también en Cabo Cañavera, donde se encuentra la sede de la NASA y donde es esperado el retorno, después de dos meses, de dos astronautas estadounidenses a bordo de la cápsula SpaceX Crew Dragon, que se desenganchó de la Estación Espacial Internacional para hacer su retorno a la Tierra.
— NNN-AGENCIAS