BRASILIA, 17 de julio (NNN-AGENCIAS) — Brasil superó el jueves la barrera de los 2 millones de infectados con SARS-CoV-2, mientras el presidente Jair Bolsonaro, que contrajo la dolencia, fue advertido de que podría ser objeto de un proceso en el Tribunal Penal Internacional por su política sanitaria.
El ministerio de Salud informó, alrededor de las 18.30 horas (21.30 GMT), que en las últimas 24 horas se registraron 45.403 contaminados con la COVID-19, y la cifra total ascendió a 2.012.151 pacientes. El reporte incluyó el fallecimiento de 1.322 personas, contabilizadas entre miércoles y jueves, con lo cual ya son 76.688 las víctimas fatales. Los estados más afectados son San Pablo y Río de Janeiro donde avanzan las medidas que reducen gradualmente la cuarentena, al igual que en Brasilia, donde desde el miércoles fueron reabiertos bares y restaurantes.
En San Pablo ya se registraron 402.048 infectados por el coronavirus y 19.038 víctimas fatales.
Si bien hubo un relativo estancamiento en las cifras de la pandemia en la ciudad de San Pablo, capital más populosa del país, esta tendencia no se observó en el interior del estado donde los números siguen en alta. Brasil se afirma como el segundo país con más altos números de contaminados y muertos, detrás de Estados Unidos, siendo uno de los epicentros mundiales de la pandemia, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los números del jueves fueron previstos la semana pasada en un informe de la Facultad de Ribeirao Preto de la Universidad de San Pablo.
El matemático, Eduardo Massad, considera que ante la falta de políticas de aislamiento y el posible reinicio de las clases, Brasil pude caminar hacia un “genocidio”.
También el juez Gilmar Mendes, del Supremo Tribunal Federal, habló de genocidio la semana pasada destando una polémica con miembros del gobierno del presidente Jair Bolsonaro.
El influyente juez, que se encuentra en Europa, habló por teléfono con Bolsonaro el lunes pasado cuando lo “alertó del riesgo de que la gestión de la pandemia llegue al Tribunal Penal Internacional”, publicó este jueves el diario Folha de San Pablo.
La advertencia formulada por Mendes se sustenta en los hechos ya que el mes pasado el Tribunal Penal anunció que comenzó a analizar una denuncia contra Bolsonaro presentada por el Partido Democrático Trabalhista (PDT), del excandidato presidencial Ciro Gomes. El sitio especializado en asuntos jurídicos, Conjur, explicó que el inicio del análisis de la denuncia no significa que Bolsonaro ya sea formalmente investigado por el Tribunal Penal con sede en La Haya, Holanda.
El juez Mendes telefoneó a Bolsonaro en el contexto de una polémica sobre la gestión del general, Eduardo Pazuello, al frente del ministerio de Salud.
Mendes se expresó de manera crítica sobre el general Pazuello a quien le enrostró no estar capacitado para comandar el ministerio.
Pazuello es el tercer ministro de Salud en lo que va de la administración Bolsonaro, iniciada en enero de 2019.
Pazuello asumió como jefe de Salud hace 61 días, tras suceder al médico Nelson Teich, que duró menos de un mes en el puesto.
Teich, por su parte, asumió en reemplazo de también médico, Luiz Henrique Mandetta, quien se fue del gobierno expresando abiertas discrepancias con Bolsonaro respecto de la cuarentena y la prescripción de la cloroquina.
El presidente Bolsonaro se opone a varias medidas recomendadas por la OMS, como el aislamiento social y el suo de tapabocas.
Por otra parte el exministro Mandetta acusó al actual ministro Pazuello que intentar “maquillar los números” de la pandemia para disimular la gravedad de la crisis. Con esa forma de gestionar la crisis el presidente y el ministro “acabaron con la credibilidad” de esa cartera de gobierno, disparó Mandetta.
En esa misma línea de argumentación el juez Gilmar Mendes comentó estar sorprendido por la mala imagen internacional del gobierno brasileño, especialmente debido a las posiciones adoptadas por Bolsonaro frente a la pandemia, escribió el jueves Folha.
— NNN-AGENCIAS
