SANTIAGO, 16 de julio (NNN-AGENCIAS) — La Cámara de Diputados de Chile aprobó el proyecto de una reforma constitucional que autoriza por única vez el retiro del 10% de los fondos del sistema privado previsional AFP para enfrentar la crisis sanitaria de COVID-19.
En medio de un clima de fuerte tensión, porque no se sabía si el proyecto iba a contar con el respaldo de al menos 10 diputados oficialistas, el resultado de 95 votos a favor (requería 93), 34 en contra y 22 abstenciones provocó algarabía en el país, con aplausos y bocinazos de parte de automovilistas.
La iniciativa era altamente sensible para las familias que han sufrido en estos cuatro meses de pandemia una rebaja de sus sueldos, la suspensión de su fuente laboral o la pérdida de sus empleos con el consecuente impacto en sus vidas.
Es lo que no supo leer el gobierno de Sebastián Piñera, que el el pasado martes ofreció un nuevo Plan de ayuda a la clase media, pero que no logró convencer pues implicaba nuevamente postular a un beneficio con tantas condicionantes que ponen en duda su obtención.
El empresariado presionó con fuerza a la derecha política, previendo que la aprobación del proyecto abría la puerta para un cambio en el modelo de capitalización individual de pensiones impuesto en 1981 bajo dictadura.
En el intenso debate en la sala, el diputado independiente de oposición, Tomás Hirsch, preguntó: “¿por qué la derecha está tan desesperada por esta reforma? Es que de pronto, después de 40 años de indiferencia total les preocupa tanto las pensiones”.
También desde la oposición, el diputado Pablo Vidal (Revolución Democrática) argumentó para respaldar la iniciativa que en 1985, año del terremoto, “la derecha y la dictadura decidieron quitar un 10,6% de su reajuste de jubilaciones a los adultos mayores para financiar la reconstrucción del país”.
Carmen Hertz (diputada comunista) expuso que “el fondo de AFP no financia las pensiones, sino inversiones empresariales y cobros de sus gestores”.
Gastón Saavedra (socialista) subrayó que “no es cierto lo que aquellos argumentan que las pensiones se volverán paupérrimas por el retiro del 10%, no es así. Ya están condenados a tener malas pensiones”, ironizó.
Camila Vallejo (también comunista) expresó que en realidad el “daño previsional es que hoy el 50% de las personas no se pueda jubilar con más de 150 mil pesos (189 dólares), este sistema condena a las mujeres a pensiones de miseria”.
En cambio, los parlamentarios de la coalición oficialista Chile Vamos enfatizaron que el retiro anticipado de los ahorros afectarían las pensiones a futuras de los millones de chilenos.
El diputado Issa Kort (Unión Demócrata Independiente) acotó que quienes apoyan la medida “están usando la angustia de la ciudadanía para pasar entre gallos y medianoches una reforma eminentemente ideológica y eso no se puede permitir”.
Diego Schalper (RN) sostuvo que “el retiro del 10% es decirle a la clase media que se rasque con sus propias uñas”.
Jaime Bellolio (UDI) pidió rechazar el proyecto para “legislar a favor de la clase media y no en contra de ella”.
En la intensa jornada intervinieron los ministros del Trabajo, María José Zaldívar; Hacienda, Ignacio Briones; de la Presidencia, Claudio Alvarado e Interior, Gonzalo Blumel.
Este último duramente cuestionado por no lograr alinear a su sector e incluso la UDI ha cuestionado su capacidad política.
“Lamento la forma y el tono del debate”, dijo el titular de Interior, y agregó que el proyecto “altera el buen funcionamiento de nuestra institucionalidad ya que afecta normas del sistema presidencial que nos rige y que tiene que ver con iniciativas exclusivas del Presidente”.
“Ese es el efecto de la norma que se está votando, una alteración de las reglas de nuestro sistema democrático”, acusó.
Finalmente, el artículo fue aprobado con los votos de 13 diputados de gobierno. Sin embargo, el artículo que creaba un fondo solidario fue rechazado, al obtener el respaldado de 83 diputados, 43 en contra y 21 abstenciones. La iniciativa va ahora al Senado.
— NNN-AGENCIAS