EL CAIRO, 22 de junio (NNN-PRENSA LATINA) — El canciller Sameh Shoukry afirmó el domingo aquí que una solución militar en Libia sería el último recurso de Egipto para salvaguardar su seguridad y asegurar las fronteras en medio de crecientes tensiones en la región, reseñó Ahram on line.
Una acción de esas características sería la última alternativa para preservar la seguridad, insistió el ministro de asuntos exteriores, citado por el portal digital.
Las declaraciones del canciller ocurren a horas de que el presidente, Abdel Fattah El-Sisi, llamara a las tropas de la zona occidental a mantenerse preparadas para acometer misiones, lo mismo dentro que fuera del territorio nacional.
Durante un recorrido por dicha área, el mandatario instó nuevamente a las facciones involucradas en la guerra dentro del vecino país a sentarse a conversar en busca de una salida política.
Adicionalmente manifestó que el ejército egipcio es uno de los más fuertes de la región, que no amenaza ni asumiría nunca el rol de invasor.
En su alocución el gobernante dejó entrever la posibilidad de una intervención de Egipto en la confrontación, que según su criterio tendría legitimidad internacional al estar respaldada por el parlamento de Tobruk (situado en el oriente y electo por el pueblo), así como por los líderes de tribus radicadas en esa parte de la nación perteneciente al Magreb.
No seremos invasores (…) sólo queremos una Libia estable, segura y desarrollada, subrayó El-Sisi tras advertir que Sirte y Al-Jufra -próximas a su borde oeste- se consideran una línea roja para la seguridad nacional de Egipto, que teme la infiltración de grupos terroristas.
Hacemos otra convocatoria a las partes libias para que respeten las líneas actuales y comiencen las negociaciones, enfatizó.
En semanas previas El-Sisi y el comandante del Ejército Nacional de Libia (ENL), Khalifa Haftar, presentaron una propuesta de paz para dicho territorio la cual incluye la instauración de un cese el fuego, el desmantelamiento de grupos mercenarios y otras facciones, así como un mecanismo de desarme.
Estamos discutiendo ahora la situación con Túnez y Argelia, los tres países comparten opiniones sobre el asunto, es tiempo de adoptar medidas serias para lograr la estabilidad, agregó Shoukry.
Libia sufre una espiral de violencia desde que el derrocamiento de su líder histórico, Muammar Gaddafi, en 2011, derivara en una controversial dualidad de poderes, enfrentamientos entre grupos rivales y la proliferación de mafias que trafican con migrantes irregulares de África a Europa, entre otros flagelos.
Las partes en disputa por el poder -las fuerzas leales al comandante Khalifa Haftar – respaldado por el parlamento de Tobruk, y el Gobierno de Acuerdo Nacional (GAN), internacionalmente reconocido-, no han logrado sostener una tregua esbozada a comienzos de año, mientras actores secundarios nutren de armas y efectivos a los bandos.
Egipto ha reprobado la intervención turca en la guerra, cuya participación ha sido decisiva para marcar giros en la confrontación durante la última etapa.
El GAN rubricó un acuerdo de cooperación militar con Turquía para hacer frente a la ofensiva del ENL, comandando por Haftar y aliado de El Cairo.
Según Ahram on line, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin respaldaron el discurso de El-Sisi sobre Libia.
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