EL CAIRO, 10 de junio (NNN-PRENSA LATINA) — Egipto diagnosticó el martes mil 385 nuevas infecciones por el SARS-CoV-2 con las que suman 36 mil 829 los casos de COVID-19 detectados desde el comienzo del brote en febrero pasado, precisó el Ministerio de Salud.
Según el informe diario de la cartera, en ese período fallecieron mil 306 personas, 35 de ellas este martes.
De acuerdo con declaraciones del portavoz del sector, Khaled Megahed, nueve mil 876 pacientes lograron superar la letal neumonía.
El funcionario reiteró que El Cairo, Giza y Qalioubiya son las provincias más castigadas por la pandemia, al concentrar casi la mitad de los casos activos (unos 11 mil 500).
Megahed llamó a la ciudadanía a cumplir con las medidas preventivas, entre ellas las normas de distanciamiento social.
El gobierno egipcio mantiene suspendidos los vuelos internacionales, y cerrados colegios, universidades, iglesias, mezquitas, museos, sitios arqueológicos, gimnasios, cafés, entre otros lugares de esparcimiento.
Desde mediados de marzo rige un toque de queda nocturno, pues el ejecutivo descartó un confinamiento completo para mantener el país con cierta vitalidad.
Fuera del hogar es obligatorio el uso de mascarillas, una disposición instaurada el 30 de mayo.
Las autoridades sanitarias apuestan a la terapia de plasma sanguíneo con el objetivo de ofrecer una cura efectiva a los enfermos.
Tal método aplicado con éxito en Wuhan y otras provincias chinas, consiste en la transferencia de anticuerpos de los restablecidos a aquellos que luchan por su vida.
En días previos expertos advirtieron que los números reales de contagiados podrían ser cinco veces mayores que los oficiales, dada la presunción de que existe una elevada cifra de asintomáticos y limitaciones para diagnosticar a la totalidad de los portadores del contagioso virus.
— NNN-PRENSA LATINA
