PEKÍN, 7 de junio (NNN-PRENSA LATINA) — China alista la incorporación del pangolín entre los animales protegidos de primer nivel -como el panda- para frenar el rápido decrecimiento de su población por la caza indiscriminada y la destrucción del hábitat.
Según fuentes oficiales, la medida implicará un mayor cuidado y rescate de esas especies, garantizar zonas naturales para su desarrollo, una lucha sin descanso contra el contrabando, la apertura de centros investigativos y un banco de genes.
Reforzará la veda adoptada en 2018 al comercio de ese ejemplar y sus productos, así como la que en 2007 prohibió su caza.
Aparte del panda gigante, China también tiene entre las especies protegidas de primera clase al antílope tibetano y la grulla de coronilla roja.
De acuerdo con la ley del país, esa clasificación estipula condenas superiores a 10 años de cárcel, cadena perpetua y hasta pena máxima por matar, comprar de forma ilegal, transportar o vender esos animales, así como productos derivados de ellos.
Sin embargo, expertos y ciudadanos abogan porque se elimine de la farmacopedia china al pangolín, cuyas escamas son altamente cotizadas en la medicina tradicional por sus supuestos beneficios para tratar la artritis, estimular la lactancia materna e incrementar la virilidad masculina.
Algunas voces incluso reafirman que no existe evidencia científica de respaldo a dicha teoría, pero sí hay una amplia variedad de plantas y productos sintéticos que proporcionan esos efectos.
Se cree que el pangolín es el mamífero más traficado en el mundo y solo en la última década cerca de un millón fue víctima de la caza furtiva.
Estimaciones internacionales también cifran en 20 toneladas anuales la cantidad de escamas y otras partes contrabandeadas en la actualidad.
Ese animal está nuevamente en el foco público porque se baraja como la posible fuente natural del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la neumonía COVID-19, luego de que científicos de China y Australia descubrieron patógenos similares en ejemplares contrabandeados aquí desde Malasia.
Las investigaciones señalaron a esa y otras especies muy demandadas como los potenciales intermediarios que pasaron a los humanos el mortífero virus, presumiblemente también surgido en murciélagos.
El reciente análisis de sus muestras arrojó distintos tipos de coronavirus, incluso algunos desconocidos y cuya secuencia genética es entre 85,5 y 92,4 por ciento idéntica a la variante que provoca la COVID-19.
Aunque los resultados son preliminares, los autores urgieron extremar la vigilancia sobre los hábitats, una mayor protección a los pangolines en China y el Sudeste Asiático, así como la prohibición total a su venta en mercados de animales salvajes.
— NNN-PRENSA LATINA