LONDRES, 2 de junio (NNN-AGENCIAS) — El gobierno británico prosiguió el lunes con sus planes para el regreso a la normalidad, pese a advertencias de que una desescalada prematura de la cuarentena podría provocar un segundo pico de la pandemia de COVID-19.
Como parte de una hoja de ruta que solo se aplica en Inglaterra, porque los territorios de Gales, Escocia e Irlanda del Norte tienen sus propios cronogramas para levantar el confinamiento, esta jornada se reiniciaron las clases en algunos grados de la enseñanza primaria, reporta Prensa Latina.
También se reanudaron las competencias ecuestres y de billar, además de permitirse las reuniones en espacios abiertos de personas de diferentes núcleos familiares, siempre y cuando su número no exceda de seis, y se mantenga el distanciamiento social.
Los ancianos y otras personas con enfermedades subyacentes a los que se les pidió autoaislarse desde el inicio del confinamiento el 23 de marzo pasado, pueden ahora salir de sus casas por un tiempo prudencial, en un intento por hacerles la vida más llevadera, según las autoridades.
Esta fase de la desescalada incluye además la reapertura de los concesionarios de automóviles, los mercados al aire libre, y otros establecimientos del comercio minorista como la cadena de tiendas de muebles y artículos del hogar Ikea, donde este lunes hubo largas colas.
Una gran parte de los ingleses no secunda, sin embargo, el plan del gobierno liderado por el primer ministro Boris Johnson para el levantamiento gradual de la cuarentena, y reactivar la economía.
A muchos padres y profesores les preocupa, por ejemplo, las dificultades que tendrían los planteles para hacer que los niños respeten las medidas de distanciamiento social, en momentos en que el país todavía reporta más de 2 000 nuevos contagios diarios.
Varios miembros de la comunidad científica británica, entre ellos algunos de los que asesoran al gobierno en la estrategia contra la COVID-19, también creen que es demasiado pronto para levantar el confinamiento, sobre todo cuando el llamado número R, que refleja la tasa de transmisión del virus, está apenas por debajo de uno.
Su preocupación, que es compartida por los partidos políticos opositores, es que un segundo pico de la pandemia sature el ya maltrecho Servicio Nacional de Salud.
El gobierno de Johnson, por su parte, insistió este lunes en que se trata de un plan cauteloso y gradual para permitir el regreso a la normalidad.
Hemos dado este paso porque creemos que es seguro hacerlo, afirmó un vocero del gobernante conservador, en alusión a la reapertura de las escuelas.
Con 38 489 fallecidos y 274 762 casos positivos al nuevo coronavirus desde que comenzó la pandemia, el Reino Unido es el segundo país del mundo, después de Estados Unidos, con más muertes asociadas a la COVID-19.
— NNN-AGENCIAS