PEKÍN, 17 de mayo (NNN-AGENCIAS) — El Ministerio de Relaciones Exteriores de China declaró el sábado que Estados Unidos necesita detener la “represión irracional” contra empresas chinas como Huawei. El viernes, la Administración Trump bloqueó el suministro mundial de chips al gigante de las telecomunicaciones Huawei Technologies, lo que despertó el temor a represalias de China y a que los productores estadounidenses de equipos de fabricación de chips se vean afectados.
“China defenderá con firmeza los derechos legales de sus empresas”, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores en una declaración en respuesta a las preguntas de Reuters sobre si Pekín tomaría medidas de represalia contra los Estados Unidos.
Las medidas anunciadas el viernes por el Departamento del Comercio de EE.UU. afectan a los fabricantes de terceros países que utilizan software o tecnología estadounidenses para desarrollar productos que luego venden a Huwaei, una vía que, según ha reconocido ahora el Gobierno estadounidense, le ha permitido sortear las medidas adoptadas el año pasado para impedirle trabajar con componentes americanos.
Washington se arroga, de facto, capacidad de veto sobre los proveedores mundiales a los que el fabricante chino tendrá acceso para desarrollar sus propios semiconductores. En adelante, las empresas que utilicen componentes o software estadounidense que quieran vender chips a Huawei deberán obtener antes una licencia de venta del Gobierno estadounidense.
“Debemos cambiar nuestras reglas, explotadas por Huawei y HiSilicon [su filial fabricante de semiconductores] para impedir que la tecnología americana sirva a actividades malignas contrarias a los intereses de seguridad nacional de EE.UU. y su política exterior”, argumentó William Ross, secretario de Comercio, que ha aprobado una moratoria de 120 días hasta la entrada en vigor de la medida para que los pedidos en marcha puedan ser completados y dar tiempo a las empresas a adaptarse a la nueva situación. Washington se arroga poder de veto sobre las compras de productos clave para el fabricante chino de móviles
Pekín, por su parte, en el comunicado de su Cancillería, ha advertido que “las prácticas estadounidenses no solo perjudican a los legítimos intereses de las empresas chinas sino que no responden a los intereses de las empresas de EE.UU. y provocarán daños a la cadena industrial y de suministros global”.
Según el diario chino Global Times, el país asiático podría adoptar su propia lista negra e incluir a empresas tecnológicas norteamericanas como Apple, Qualcomm o Cisco, o dejar de comprar aviones Boeing.
Huawei, el mayor proveedor mundial de equipos de comunicaciones para operadores de telecomunicaciones y el mayor fabricante de teléfonos inteligentes a nivel mundial después de Samsung, ha caído en el centro de los desacuerdos comerciales entre ambos países, más intensos desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
El Gobierno estadounidense ha lanzado una campaña global, con escaso éxito hasta el momento, para evitar que sus socios internacionales recurran a la compañía china para desarrollar sus redes de 5G. Además, Washington colocó en mayo del año pasado a Huawei y más de un centenar de empresas chinas afiliadas en su lista negra de empresas, una medida que le cerró el acceso a todo tipo de componentes físicos y software de fabricación americana y obligó a la compañía a cambiar en poco tiempo sus cadenas de proveedores.
Aunque gracias a un agujero en la ley (“muy técnico”, dijo ayer Ross) pudo seguir comprando chips a empresas americanas que fabrican en el extranjero, como Intel y Qualcomm, la empresa reaccionó aumentando su propia producción a través de su filial HiSilicon, apoyándose sobre todo en productos de TSMC.
Huawei sufrió el golpe en sus resultados del 2019, con una merma de casi 20 puntos en sus beneficios, pero no solo sobrevivió al castigo estadounidense sino que siguió ganando posiciones en el mercado de teléfonos móviles, dejando un poco más atrás a Apple y estrechando su distancia con Samsung, al tiempo que ha reducido su dependencia de la cadena de suministro estadounidense.
La medida aprobada el viernes para cerrar la puerta al mercado global de chips a Huawei da tres meses de plazo a las empresas afectadas para presentar alegaciones, por lo que podría haber cambios en su redacción.
— NNN-AGENCIAS