BEIRUT, 14 de mayo (NNN-PRENSA LATINA) — El primer ministro Hassan Diab defendió el miércoles el plan de rescate económico presentado por su Gobierno que considera una posibilidad única para salvar a El Líbano de la debacle.
Los ataques contra ese proyecto, añadió, dañarían tanto al país como a sus ciudadanos.
La alineación gubernamental de Diab se alista para conversaciones con representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre asistencia financiera que causan expectativas de diverso tipo.
‘Hay contacto con el FMI y en los próximos días comenzaremos las sesiones de negociación’, confirmó el ministro de Hacienda, Ghazi Wazni.
Ese diálogo, según Wazni, consistirá en la presentación del plan de rescate, el cual recibe críticas de bloques parlamentarios, la Asociación de Bancos y el sector privado.
Al respecto, Diab advirtió que una posición unificada es esencial para las negociaciones con el FMI y las bancadas que apoyan el Gobierno debían defenderlo.
‘Hasta ahora no hemos escuchado alternativa alguna. Todos aceptaron el proyecto y debemos apoyarlo. Algunos de los que votaron a favor, ahora hablan en contra’, apuntó.
La ministra de Información, Manal Abdel Samad, expresó que la propuesta no es propiedad del Estado o del Gobierno, sino el camino para preservar el país y proteger a los libaneses.
Por lo tanto, continuó, atacarlo solo obstaculizará la obtención de asistencia externa para aliviar la crisis a los libaneses.
‘Cualquier ataque al plan de rescate para frustrarlo causará daños al Líbano y a sus ciudadanos’, resumió.
El programa del Gabinete se dirige a renegociar la deuda pública de poco más de 90 mil millones de dólares o 170 por ciento del producto interno bruto y transparentar operaciones en el sector bancario que se estiman clave para alentar inversiones y ayuda de la comunidad internacional.
Diab precisó que se propone solicitar 10 mil millones de dólares en préstamos del FMI en una primera fase.
Así se ayudaría al enfrentamiento actual contra un aumento de precios de alimentos y artículos básicos por una devaluación de la moneda nacional de hasta 60 por ciento respecto al dólar estadounidense, al cual está atada la economía libanesa desde finales del siglo XX.
Se perdió así el poder adquisitivo de 90 por ciento de los ciudadanos que a su vez sufren los incrementos de valor de los productos impuestos por los minoristas que, al pagar en billete verde a sus proveedores, traspasan la diferencia a los consumidores.
Una de las medidas sugeridas por el primer ministro para aligerar la tensión del mercado, consiste en un bombeo a discreción de dólares en el mercado para detener el deterioro del cambio informal.
En la actualidad, la divisa estadounidense se cotiza a un promedio de cuatro mil libras libanesas, mientras la tasa oficial sigue en mil 500 por unidad.
— NNN-PRENSA LATINA
Por Armando Reyes Calderín