ADÍS ABEBA, 13 de mayo (NNN-PRENSA LATINA) — Etiopía responderá a la queja de Egipto ante el Consejo de Seguridad de la ONU, acerca del llenado y funcionamiento de la Gran Presa del Renacimiento Etíope (GERD), asegura una declaración oficial divulgada el martes.
Preparamos un documento exhaustivo para contestar a esas recriminaciones sobre la GERD (siglas en inglés), informa el texto del Ministerio de Agua, Riego y Energía, que cita al titular de ese gabinete, Seleshi Bekele.
El pasado mes de abril, el Ministerio anunció que intensifica los preparativos para comenzar a verter agua en el embalse desde julio venidero y ello provocó alarma en Egipto.
La carta de 15 páginas presentada al Consejo alega que ese proceso iniciará sin un acuerdo final en las negociaciones que sostienen Etiopía, Egipto y Sudán respecto al asunto.
Para El Cairo, esa decisión unilateral e incompatible con el espíritu de cooperación entre países que comparten aguas internacionales, amenaza la paz regional.
Según la comunicación ministerial, las autoridades etíopes explicaron más de una vez su posición, y los cuestionamientos carecen de base científica y limitan el derecho del país a explotar sus recursos naturales.
Aunque la nación, dijo Bekele recientemente, ha debatido el tema con expertos, ministros y líderes políticos, sin concretar un arreglo, no renunciará a sus intereses en ninguna circunstancia.
Explotaremos la presa sin causar daños a terceros, respetaremos la directriz justa y racional de gestión del agua, aseveró el titular.
El Ministerio etíope, además, señala que el territorio no obtiene beneficios de su ubicación en el denominado Cuerno Africano, donde muchos recursos hídricos son transfronterizos, entre ellos la mayoría de los ríos.
Comenzamos el proyecto, explica, porque desarrollar la infraestructura eléctrica es fundamental para nuestro crecimiento integral y sostenible.
Señala asimismo que el bajo acceso al servicio eléctrico es una de las razones por las cuales el 21 por ciento de la población vive por debajo del umbral de la pobreza.
En la región de Benishangul-Gumuz, sobre el Nilo Azul, comenzó en 2011 la construcción del megaproyecto hidroeléctrico que causó diferencias principalmente entre Egipto y Etiopía, y en 2014 emprendieron negociaciones oficiales, junto con Sudán, para convenir cómo explotarla.
Muchos detalles causan el disenso, pero el tiempo de llenado es el más polémico. Egipto solicita que se haga en un período de 12 a 21 años, y Etiopía contempla cumplir ese proceso durante los próximos siete años.
La obra civil de la GERD marcha al 87 por ciento y la construcción total al 73, y una vez finalizada generará seis mil megawatts, cifra que la convertirá en la más potente de África.
— NNN-PRENSA LATINA