BEIRUT, 21 de abril (NNN-PRENSA LATINA) — El Parlamento de El Líbano retomará funciones el martes, después de casi un mes paralizado, con el debate de 35 proyectos de ley, aunque una legislación sobre amnistía general predominará en las discusiones.
Según el vicepresidente del Congreso, Elie Ferzli, en la agenda se incluyeron propuestas de leyes relacionadas con préstamos, lucha contra la corrupción, recuperación de fondos públicos saqueados y secreto bancario.
‘El proyecto sobre la amnistía general ocupará el centro de atención, dada su importancia y urgencia ante la crisis de la pandemia el coronavirus’, anticipó el periódico The Daily Star que cita una fuente parlamentaria.
Esa ley origina polémica y división entre políticos y diputados.
Algunos defienden una liberación de todos los prisioneros, incluidos vinculados con el terrorismo y ataques contra el Ejército y fuerzas de seguridad, y otros se oponen, porque suponen un peligro contra el Estado.
El legislador Gebran Bassil, jefe del partido Corriente Patriótica Libre, sugirió un reemplazo de ese proyecto de amnistía por otro destinado a combatir la corrupción.
Bassil declaró que se necesita endurecer sanciones, localizar a los corruptos y recuperar el dinero saqueado, en lugar de reducir condenas o absolver a delincuentes o condenados.
A juicio del excanciller, algunos recurren a la excusa del brote del coronavirus para indultar a sancionados en casos de seguridad estatal.
La ministra de Justicia, Marie-Claude Najm, opinó que se opone a amnistiar a reclusos involucrados en ataques terroristas.
‘El Parlamento debe tener en cuenta los asuntos humanitarios y sociales y respetar criterios de quienes rechazan indultos para terroristas y corruptos’, dijo.
Najm precisó que un perdón especial está solo bajo la jurisdicción del presidente.
Engavetado durante meses, el proyecto de ley de amnistía recobró relevancia en la actualidad al registrarse la pandemia de la COVID-19 por los riesgos que acarrea en prisiones superpobladas.
La legislación recibe un apoyo multitudinario en la comunidad musulmana chiita del valle de Bekaa y en la islámica sunita del norte y el sur de El Líbano.
Desde esas localidades se exige amnistía para condenados o buscados por delitos menores, no violentos, relacionados con las drogas y de enfrentamientos étnicos o religiosos.
Decenas de miles de personas podrían salir de la cárcel de aprobarse la legislación, aunque algunos se preguntan si también favorecerá a los políticos corruptos.
— NNN-PRENSA LATINA
Por Armando Reyes Calderín