RÍO DE JANEIRO, 20 de abril (NNN-ANDINA) — En Rocinha, la favela más grande de Brasil, una ONG ofrece a la población pruebas gratuitas para detectar el nuevo coronavirus, en un intento de ampliar la medición de su propagación en esta comunidad pobre y densamente poblada de Rio de Janeiro.
“Las autoridades sanitarias solo testan los casos graves, eso no permite rastrear el avance del virus ni implementar medidas eficaces”, explica Pedro Berto, creador del proyecto “Favela sin corona”.
Un ex habitante de Rocinha, este estudiante de administración de 29 años ha captado recursos en internet para comprar cientos de pruebas serológicas que puso a disposición de la población de esta comunidad.
Para realizarse el test, solo hace falta ir a una clínica privada de la favela y pasar por un análisis de sangre. El resultado se obtiene en 24 horas.
En caso de recibir un diagnóstico de coronavirus, si el paciente tiene síntomas leves, pasa a cuarentena domiciliar. Pero si evidencia síntomas más acentuados, es orientado hacia un centro de salud.
“Hay riesgos grandes de propagación del virus dentro de la favela, entre 40 y 50% de las pruebas que que hacemos aquí son positivas”, dice Tiago Vieira Koch, director de la clínica.
Con callejones estrechos, viviendas próximas y precarias, que generalmente tienen no más de dos cuartos, para las familias que residen en Rocinha la cuarentena y el distanciamiento social resultan un desafío.
El último balance oficial registró 36 casos confirmados y tres muertos en esta comunidad de más de 100.000 habitantes.
La cuarentena impone un problema adicional para muchos de sus residentes, que dependen de la economía informal para sustentarse. Al quedarse en casa y sin clientes en las calles, han visto sus ingresos mermar en forma drástica.
Alvir Nelson Rosa Junior, de 39 años, decidió pasar por la prueba gratuita en Rocinha después de sentir algunos síntomas.
“Empecé a sudar mucho, sin fiebre. A veces tengo dificultad para respirar y me siento cansado. Como sufro de hipertensión, tengo que tener cuidado”, dijo Rosa, que usaba una mascarilla de tela azul con estampa de calaveras.
Por otro lado, Janice Infante de Oliveira no sentía síntomas pero quiso descartar la enfermedad luego de que su esposo resultara positivo.
“Traté de hacerme la prueba en otros lugares pero fue imposible. Este proyecto social nos ayuda mucho. Como soy profesional de la salud, tengo que saber si estoy bien antes de ir a trabajar”, dice De Oliveira.
Además de Rocinha, el proyecto “Favela sin corona” prevé el envío de pruebas a otras comunidades de bajos recursos en Rio de Janeiro.
Brasil es uno de los países menos eficientes en materia de exámenes de coronavirus, con apenas 296 tests por cada millón de habitantes, una cifra insignificante en comparación con la de países como Alemania (20.629) o Francia (5.114).
Según especialistas, el número de casos registrados es inferior al real, con estimaciones de que puede llega a ser hasta 15 veces menor a la verdadera cifra.
— NNN-ANDINA