SANA, 16 de abril (NNN-AGENCIAS) — Según Reuters, la epidemia de coronavirus aún no ha hecho progresos claros en Yemen, y las escasas pruebas que se han hecho han descubierto sólo un caso confirmado. Pero los grupos de ayuda temen que esto pueda ser un presagio de un brote catastrófico entre una población con desnutrición aguda.
En un hospital de la ciudad yemenita de Taiz, los médicos –marcados por cinco años de guerra– están reuniendo escasos recursos para enfrentarse a un nuevo enemigo.
Según Reuters, la epidemia de coronavirus aún no ha hecho progresos claros en Yemen, y las escasas pruebas que se han hecho han descubierto sólo un caso confirmado. Pero los grupos de ayuda temen que esto pueda ser un presagio de un brote catastrófico entre una población con desnutrición aguda.
De acuerdo con Abdulaziz Qassem, miembro del equipo médico en el hospital Joumhuriya, hoy un solo respirador para atender a los posibles enfermos. “Los médicos no tenemos ropa de protección y seremos la primera línea de defensa”, señaló.
La tercera ciudad más grande de Yemen tiene sólo cuatro ventiladores para tratar a las víctimas de la enfermedad respiratoria, y el subdirector de Joumhuriya, Khalil al-Saeed, declaró que su improvisada sala a pacientes con coronavirus no tiene camas ni baños que funcionen.
Joumhuriya es uno de los 37 hospitales yemenitas que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las autoridades locales se apresuran a mejorar, en respuesta a una guerra que ha destruido los sistemas de salud, agua y saneamiento y ha dejado a millones de personas debilitadas por la pobreza y la enfermedad.
“Todos lucharemos para proporcionar niveles adecuados de atención de apoyo a las personas en caso de que la enfermedad despegue”, dijo el experto en emergencias de la OMS, Mike Ryan.
Por su parte, el trabajador Abdurrahman Farid, de 22 años, en Adén, señala: “Si los países ricos no han sido capaces de lidiar con la corona, ¿cómo se espera que lo hagamos nosotros?”.
Hasina Ali, de unos cincuenta años, vive bajo lonas en medio de edificios bombardeados en el campamento de al-Kara’a, al norte de Adén.
“Ni el Estado ni las organizaciones nos están ayudando. ¿Cómo vamos a quedarnos sentados dentro del campamento? Somos muchos”, dijo mientras los niños buscaban agua en tanques pegados con carteles de concienciación sobre el coronavirus.
Alrededor del 80% de la población de Yemen, o 24 millones de personas, necesitan ayuda humanitaria. Las zonas remotas, donde la desnutrición aguda es muy común, son motivo de especial preocupación.
“Será difícil responder si el brote llega a las zonas rurales, donde apenas existen instalaciones sanitarias y hay poca o ninguna posibilidad de realizar pruebas”, dijo Médicos Sin Fronteras.
La organización médica dijo que las pruebas inadecuadas fueron probablemente la razón por la que Yemen fue uno de los últimos países en registrar el virus.
Los kits recién llegados significan que unos pocos miles de personas pueden ahora hacerse la prueba en tres ciudades, y la OMS está aprovechando las redes de información que anteriormente se utilizaban para rastrear los brotes de cólera y polio para investigar los rumores de casos de coronavirus.
— NNN-AGENCIAS