BOGOTÁ, 22 de marzo (NNN-PRENSA LATINA) — Varias voces reportaron disturbios en cárceles de Colombia donde los detenidos protestaron por lo que consideran precarias condiciones sanitarias que padecen en un contexto marcado por la pandemia de la Covid-19.
Cientos de personas en más de 10 cárceles del país se quejan de las malas condiciones higiénicas que se agravan con hacinamiento.
Se registran hechos de violencia. Gobierno Nacional y autoridades deben garantizar la vida e integridad d los detenidos, escribió en su cuenta en Twitter el senador Antonio Sanguino.
Fuertes enfrentamientos se presentan en las cárceles La Modelo y La Picota. En los alrededores se escuchan disparos y hay fuego al interior del centro carcelario La Modelo, reportó el medio local Agencia Prensa Rural.
Es cuestión de poco tiempo para que el Estado pierda el control de las cárceles. Con esta epidemia no habrá guardián que regrese a su trabajo a garantizar el orden. Deben tomarse medidas de inteligentes y audaces de extrema urgencia, dijo el senador Rodrigo Lara.
El Comité de Solidaridad con los Presos Políticos advirtió esta semana sobre lo que calificó como grave situación de salubridad en las cárceles de Colombia y solicitó medidas de prevención para la contención y manejo eficaz del coronavirus.
El Comité informó que se tramitó una solicitud de intervención inmediata a favor de los derechos de los detenidos del Establecimiento Penitenciario de Mediana Seguridad y Carcelario de Acacias, debido a que no se cumplen los protocolos, por parte de los funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, para mitigar la curva de propagación del Covid-19.
Si bien se han adoptado medidas como la suspensión de las visitas desde el 12 de marzo del presente año, esas disposiciones chocan con la realidad insalvable de las cárceles colombianas, apuntó.
En especial se refirió al suministro de agua potable al interior del establecimiento, el cual luego de la activación de las medidas preventivas, se ha visto restringido en su suministro.
Antes de la activación tenían una entrega de 15 minutos tres veces al día; actualmente están recibiendo solo cinco minutos tres veces al día, teniendo días en que se reduce a dos veces, detalló.
Asimismo, puntualizó que dicha situación ‘genera grave preocupación debido a que se evidencia la profunda precariedad en el suministro de servicios públicos, vulnerando los derechos fundamentales de los más de tres mil presos allí recluidos’.
Esta precariedad junto con las medidas tomadas por la actual alerta nacional y mundial por la Covid-19, representa una negligencia de las autoridades estatales y penitenciarias para con la población privada de la libertad, afirmó.
Las situaciones anteriormente expuestas ponen en especial condición de vulnerabilidad a las personas recluidas en las estructuras carcelarias del país, debido a que no está en sus manos el control sanitario de un posible contagio, sino es responsabilidad del personal penitenciario, agregó.
— NNN-PRENSA LATINA