PEKÍN, 24 de enero (NNN-AGENCIAS) — Las autoridades chinas han puesto a 11 millones de personas en cuarentena en Wuhan, centro de China, para frenar la expansión del nuevo coronavirus.
El mundo está alarmado por el nuevo coronavirus, que emergió en China. Para frenar su expansión, el gigante asiático pone en marcha unas medidas drásticas. Además de anular las ceremonias del Año Nuevo chino en Pekín (la capital), las autoridades han decidido cerrar la ciudad de Wuhan, con 11 millones de habitantes, donde se originó el brote. Suspenden los vuelos y los viajes en tren que salgan de la urbe y toda la población deberá usar mascarilla en lugares públicos.
Por el momento, han detectado a más de 500 casos infectados. Mientras que los hospitales de Wuhan están abrumados de pacientes ansiosos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), que analiza la necesidad de declarar al brote como una emergencia de salud internacional, advirtió sobre la posible subida del número de víctimas.
El nuevo virus de la familia del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS, por sus siglas en inglés), que se manifiesta con síntomas parecidos a los de un resfriado, fue detectado en diciembre de 2019, en Wuhan.
Sin embargo, más de un mes después de su aparición, ya se han confirmado casos del coronavirus en Tailandia, Japón, Corea del Sur, Singapur y Estados Unidos. Hay casos sospechosos en otros países como Canadá o Australia. El problema es que los expertos saben muy poco de este virus y, sobre todo, temen los efectos de una eventual mutación.
— NNN-AGENCIAS
