SANTIAGO DE CHILE, 21 de enero (NNN-PRENSA LATINA) — En una nueva muestra de división en la oposición de Chile, el Senado aprobó el lunes por mayoría un polémico proyecto del gobierno que permitiría a las fuerzas armadas participar en el resguardo de determinadas instalaciones.
Con ello, el Presidente podría disponer del concurso de los uniformados en el cuidado de lo que se considera ‘infraestructura crítica’ sin necesidad de imponer el estado de excepción previsto en la Constitución.
Tras unas tres horas de debate la iniciativa fue aprobada por 28 votos a favor, 12 en contra y una abstención, en lo cual, además del apoyo en bloque de los senadores de derecha, también se le sumaron casi todos los de la Democracia Cristiana y el Partido por la Democracia, ambos en la oposición.
En contra votaron los senadores del Partido Socialista, Partido Progresista, Revolución Democrática e independientes.
Esta medida había sido anunciada a finales de noviembre último por el presidente Sebastián Piñera, quien en ese momento dijo que lo que se buscaba era liberar a un número importante de fuerzas policiales (carabineros) para que se dedicaran a su labor de proteger el orden público.
Sin embargo, en amplios sectores esto fue interpretado como un peligroso intento de sacar a los militares nuevamente a las calles, pero sin tener que recurrir a medidas drásticas como el estado de excepción, tal como ocurrió a los pocos días del estallido social del 18 de octubre.
En la sesión de hoy algunos de los senadores que votaron en contra insistieron en ese enfoque, entre ellos Miguel Insulza, del Partido Socialista, quien calificó la medida como ‘extremadamente peligrosa’ y advirtió que resultará dañina para las fuerzas armadas y para el país.
En tanto, el senador independiente Alejandro Guillier advirtió que ‘a un presidente que cree que estamos en guerra y cuyo Gobierno ha violado los derechos humanos, el proyecto que faculta sacar las fuerzas armadas a la calle para cuidar infraestructura crítica le entrega facultades discrecionales, ya que no define qué es crítico.
Y concluyó que ‘esto es una amenaza para nuestra democracia’.
Por su parte, el ministro de Defensa, Alberto Espina, quien asistió a la sesión, dijo que esta es una decisión importante ‘sobre todo por los actos electorales que se realizarán a lo largo del año’.
Interrogado sobre si los militares podrían resguardar establecimiento educacionales, por ejemplo, el titular respondió que ‘si el día de mañana el Presidente así lo decide lo podrían hacer’, aunque advirtió que ‘eso no está planteado en el proyecto’.
El texto, que ahora pasará a la Cámara de Diputados, habilitaría a las fuerzas armadas para resguardar los empresas o servicios, cualquiera que sea su naturaleza, finalidad o función, que atiendan servicios de utilidad pública cuya perturbación en su funcionamiento o destrucción tendría un grave impacto sobre la población’.
— NNN-PRENSA LATINA