Sánchez no logra la investidura tras primera votación en el Congreso

MADRID, 5 de enero (NNN-AGENCIAS) — El aspirante a la Presidencia del Gobierno de España, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, no ha logrado ser investido presidente durante la primera votación en el Congreso de los Diputados.

Con 166 votos a favor, 165 en contra y 18 abstenciones, Sánchez volverá a intentarlo durante la segunda y última votación de investidura, programada para el 7 de enero.

“No habiendo alcanzado el candidato propuesto la mayoría absoluta, procede someter la misma propuesta a votación 48 horas después”, proclamó la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, tras finalizar la votación.

A favor de su investidura se ha pronunciado el PSOE, sus socios de Unidas Podemos, los nacionalistas vascos de EH Bildu y el PNV, el partido ¡Teruel existe!

A diferencia de esta primera votación, en la segunda el candidato socialista no necesitará una mayoría absoluta de síes (176). Será necesario únicamente más síes que noes. Siempre fue este el plan del Partido Socialista desde que ganase las elecciones generales el 10 de noviembre de 2019.

La primera votación ha estado marcada por los reproches entre los nacionalistas de izquierda vascos y Vox, el Partido Popular y Ciudadanos. La diputada de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, recibió durante su intervención gritos de “asesinos”, “pide perdón” y “viva el Rey” por defender la figura de Arnaldi Otegi, antiguo simpatizante de ETA y llamar al rey Felipe VI cobarde.

El programa de Sánchez se centra en torno a lo que él mismo definió como un “patriotismo social” por el que, entre otras cosas, se subirán los impuestos a las rentas más elevadas para poner financiar programas sociales.

Otro de los aspectos más destacados de la propuesta de Sánchez es una iniciativa para crear una mesa de diálogo “bilateral” con el Gobierno catalán en busca de soluciones al “conflicto político”.

Esta iniciativa responde a una exigencia del partido independentista ERC, que entregará su abstención para permitir la investidura de Sánchez en segunda vuelta a cambio de la creación de dicha mesa, de la que debe salir una propuesta política para la resolución del conflicto que, obligatoriamente, será sometida a votación entre la ciudadanía de Cataluña.

En su discurso, Sánchez se mostró convencido de que esta mesa ofrece “una oportunidad para devolver a la política lo que es un conflicto político, permitiendo dejar atrás una deriva judicial que tanto daño ha causado”.

Para Sánchez resulta imprescindible que el diálogo entre el Estado y Cataluña se desarrolle “dentro de la ley”, aunque admitió que “la ley por sí sola tampoco basta” y se mostró dispuesto a analizar cualquier propuesta para “dejar de acumular agravios”, todo ello con el objetivo de “vivir en concordia” en “un país unido en su diversidad”.

En esa mesa, los partidos independentistas podrán plantear sin cortapisas su petición de un referéndum de autodeterminación para Cataluña, aunque Sánchez ya dejó claro que su intención es que el diálogo sirva para someter a votación un acuerdo de renovación de la convivencia, no de ruptura.

La iniciativa fue recibida con una gran indignación por parte de los partidos de la derecha y la ultraderecha española, que a lo largo del debate calificaron en distintas ocasiones a Sánchez como un “traidor” por pactar con “separatistas” que “quieren romper España”.
— NNN-AGENCIAS

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