SANTIAGO, 5 de enero (NNN-PRENSA LATINA) — En medio de la peor sequía que se recuerda en Chile, el gobierno lanzó una campaña para estimular en la población el ahorro de agua, bajo la consigna ‘Chile se está secando’.
Al presentar la campaña, el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, señaló que esta iniciativa constituye un llamado urgente ‘para que todos nos sumemos, porque aunque no podemos evitar la sequía, si podemos ayudar con simples acciones en nuestra vida diaria’.
En la presentación fue exhibido un video con el que se refleja la grave situación actual a causa de la sequía y se plantean una serie de recomendaciones a las personas para que en la vida diaria contribuyan al ahorro y uso eficiente del vital líquido.
El ministro recordó que el país enfrenta la peor sequía de su historia y advirtió que todo indica que este problema va a persistir e incluso se podrá agravar, por lo que el enfrentamiento a esa situación no sólo requiere acciones del Estado, sino también la colaboración de toda la población.
Señaló que 2019 fue uno de los años con menores precipitaciones desde que se tiene registro, lo que obligó a dictar 15 decretos de escasez hídrica para 129 comunas entre las regiones de Coquimbo y Maule, en la zona central del país.
Además fueron emitidos decretos de emergencia agrícola en 119 comunas, y declaradas zonas de catástrofe las regiones de Coquimbo y Valparaíso.
El titular informó que el Ministerio de Obras Públicas inició obras en 57 sistemas de Agua Potable Rural por 14 mil 800 millones de pesos (unos 20 millones de dólares), que beneficiarán a más de 55 mil personas.
Además señaló que el ejecutivo lleva a cabo un Plan de Reactivación por 200 millones de dólares y que las empresas distribuidoras de agua se han comprometido en realizar inversiones para enfrentar la sequía por otros 700 millones en los próximos años.
Aunque esta iniciativa resulta plausible, analistas y académicos insisten en que, más allá de los efectos del cambio climático sobre el régimen de lluvias en Chile, el principal problema del país es que el agua se encuentra en manos de empresas privadas casi completamente y que desde el gobierno no se hace nada por convertir ese recurso en un bien público.
Por otro lado, la población y los pequeños agricultores, que son los más perjudicados por la sequía, no son los mayores consumidores, sino las grandes empresas mineras y de la agroindustria, que hacen muy poco para aprovechar con mayor eficiencia ese recurso.
— NNN-PRENSA LATINA