MOSCÚ, 24 de diciembre (NNN-PRENSA LATINA) — El ministerio ruso de Defensa informó el martes sobre un accidente aéreo de un novedoso caza de quinta generación SU-57, en el cual el piloto logró catapultarse en la zona de Komsomol-na-Amur, situada en la comarca de Jabarovsk.
El aviador fue recogido por un helicóptero MI-8 de rescate, a unos 120 kilómetros del aeródromo de Dziomgui, donde se realizaban pruebas del funcionamiento de los motores. El avión no estaba artillado y por ahora pertenece a la fábrica de construcción, indicó la televisión local.
La nave aérea debió ser la primera de una producción en serie inicial de 12 cazas de quinta generación. En particular, el SU-57 que se estrelló esta jornada iba a ser entregado a la Fuerza Aérea el próximo viernes.
De acuerdo con el diario digital Vzgliad, la causa preliminar del accidente pudo ser un fallo general en el sistema de dirección o un desperfecto en el control de los alerones de la cola, aunque oficialmente también se admite un posible error del piloto.
El primer incidente con SU-57 fue en 2010, durante la exposición aeroespacial MAKS, en el aeropuerto de Zhukovsky, cuando en la aeronave se detectaron chispas en el fuselaje y fue necesario activar de emergencia el paracaídas de aterrizaje y parar la carrera de despegue.
Otro SU-57, esta vez en junio de 2014, registró un incendio en los conductos de aire. El avión fue posteriormente reparado.
El SU-57, antes conocido como T-50, tiene una alta maniobrabilidad, vuela a velocidad supersónica, sin necesidad de romper la barrera del sonido, puede combatir a esa velocidad, tiene baja detección, emplea armas de diferentes calibres y posee una aviónica ultramoderna.
Fuentes del ministerio de Defensa recuerdan que el caza ruso de quinta generación fue puesto a prueba con éxito en el conflicto en Siria.
De acuerdo con un contrato firmado en la exposición Armia-2019, el ministerio de Defensa adquirirá 76 aparatos de ese tipo, el resultado de un programa que se inició en 2001.
— NNN-PRENSA LATINA