BEIRUT, 20 de diciembre (NNN-PRENSA LATINA) — Casi al unísono con la designación el jueves de Hassan Diab como primer ministro de El Líbano, estallaron sin razón aparente protestas contra esa decisión.
Decenas de personas se concentraron frente la residencia de Diab para expresar rechazo a esa elección, pese a que se trata de un profesor universitario desvinculado de la política desde hace una década.
En sus primeras declaraciones, el recién instalado jefe de Gobierno solicitó una oportunidad para formar lo antes posible un Ejecutivo que encare la crítica situación económica nacional.
Diab precisó que todos los esfuerzos deben orientarse a prevenir un anunciado colapso ante el deterioro creciente del país y agudizados por los más de dos meses continuos de desobediencia civil.
El primer ministro designado apuntó que era independiente de los grupos políticos, aunque recibió apoyo de Hizbulah, movimiento Amal y Corriente Patriótica Libre, cuyos votos parlamentarios resultaron clave.
‘La estabilidad política y económica es una necesidad’, indicó, al reiterar que en la próxima versión de Gabinete predominará la participación de especialistas.
En las últimas horas surgió la candidatura de Diab, luego de que el saliente Saad Hariri decidió renunciar a su aspiración de volver al cargo.
Ante el recién electo jefe del Consejo de Ministros se impone la difícil tarea de nombrar 24 titulares de otras tantas carteras y acometer reformas para apaciguar a las manifestaciones antigubernamentales que al parecer no ceden en energía.
— NNN-PRENSA LATINA