NACIONES UNIDAS, 8 de diciembre (NNN-UNIS) — Las Naciones Unidas condenan en los más enérgicos términos los ataques contra manifestantes desarmados en el centro de Bagdad el viernes noche, que ha dejado un número indeterminado, pero elevado, de civiles inocentes muertos y heridos, según la representante especial de la Organización para Iraq.
“La matanza deliberada de manifestantes desarmados por elementos armados no es nada menos que una atrocidad contra el pueblo de Iraq”, declaró Jeanine Hennis-Plasschaert.
La representante del Secretario General afirmó que “los autores tienen que ser identificados y llevados a la justicia sin demora”. También instó a las Fuerzas Armadas iraquíes a que no ahorren ningún esfuerzo en la protección de los civiles frente a los grupos armados violentos fuera de control.
Hennis-Plasschaert hizo un llamado a esos manifestantes pacíficos para que cooperen constructivamente con el fin de que las protestas puedan desarrollarse bajo esa protección.
Los actos de violencia están dirigidos por bandas incentivadas desde el exterior que, motivadas políticamente o con la intención de ajustar cuentas, están poniendo a Irak en el riesgo de caer en una trayectoria peligrosa.
Para la ONU, es esencial colaborar en la defensa de los derechos fundamentales, tales como los de reunión, asociación y libertad de expresión.
La representante especial también expresó sus más sentidas condolencias a las familias de aquellos que perdieron sus vidas y desea que los heridos tengan una pronta recuperación.
Según noticias de prensa procedentes de la región, una docena de personas habrían muerto y otras 22 resultados heridas durante las protestas registradas la noche del viernes en la capital de Iraq.
Además, otros 192 gambianos fueron interceptados el viernes en alta mar por los guardacostas mauritanos a bordo de un barco que se dirigía a España, según una fuente de seguridad mauritana.
Según la OIM, unas 25.000 personas han muerto desde enero de 2014 tratando de llegar a Europa por razones económicas y políticas.
La mayoría (19.154) han perdido la vida en el mediterráneo, donde se encuentran las principales vías de acceso al continente europeo, pero más de 480 han muerto África del oeste, 160 de ellos en 2019.
Según el organismo, el naufragio del pasado miércoles es el más mortífero de este año en esta vía de acceso a Europa.
— NNN-UNIS