BEIJING, 1 de diciembre (NNN-PRENSA LATINA) — China implementó el domingo dos leyes con mayor supervisión y control sobre vacunas y la seguridad alimentaria desde la producción hasta destino final, un reclamo ciudadano ante recurrentes escándalos por adulteración en ambas industrias.
La primera legislación incluye severas medidas de castigo para los individuos y empresas vinculados en la fabricación, venta y distribución ilegal de inyecciones defectuosas.
Violarla implicará multas altas, confiscación de bienes, retiro de por vida de las licencias de producción y registro de medicamentos, así como condenas en la cárcel bajo acusación de cargos criminales.
Entre otros aspectos, contempla castigos contra conductas ilegales como la manipulación de los datos, la verificación exhaustiva del expediente profesional y diplomas de los altos ejecutivos del ramo.
La ley la preparó la Administración Estatal para la Regulación del Mercado a raíz de varios escándalos desatados en el país como el de Changchun Changsheng Bio-Technology, la segunda firma más importante del ramo.
Fue multada por producir vacunas deficientes y obligada en octubre de 2018 a pagar nueve mil 100 millones de yuanes (mil 320 mil millones de dólares) por producir vacunas sin cumplir con los estándares del país.
De igual manera, la ley referente a la seguridad alimentaria estipula sanciones más estrictas para los infractores e incorpora un sistema para hacer responsables a los representantes legales de las compañías involucradas en fallas.
Llama a inspecciones aleatorias por parte de los órganos superiores y la adopción de mecanismos diversos de supervisión para asegurar los estándares que rigen sobre la calidad de los productos comestibles.
— NNN-PRENSA LATINA