SAN JOSÉ, 30 de noviembre (NNN-PRENSA LATINA) — Organizaciones ambientales, sociales y culturales de la Zona Sur rechazaron el viernes la expansión del monocultivo de la piña en esa región de Costa Rica y solicitaron la derogación de la viabilidad ambiental otorgada a una nueva plantación.
‘Durante muchos años hemos visto como extensas propiedades de nuestra región han sido utilizadas para la producción de monocultivos como el arroz, la caña de azúcar, el banano, la palma aceitera y la piña’, apunta la declaración de esas agrupaciones, divulgada en redes sociales.
Aseguran que contrario a lo que pregonan los defensores de este modelo productivo, la situación socio-económica de la región no ha mejorado y, más bien, tiende de deteriorarse en los lugares donde predominan los monocultivos, por lo que no es tal el argumento de generación de empleo y progreso local con los que justifican este tipo de plantaciones.
Mientras, denuncian, vemos como la apatía de las instituciones del Estado encargadas de regular y proteger nuestros recursos naturales, y de garantizar la calidad de vida de las personas que vivimos aquí, permite que empresas transnacionales sigan creciendo a costa de nuestra naturaleza, nuestra agricultura alimentaria y el bienestar de las comunidades.
Conocimos recientemente que la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) ignoró una serie de argumentos y decidió ratificar ahora la viabilidad ambiental otorgada a un proyecto en 2016, lo que demuestra el favorecimiento de esa entidad estatal a la empresa piñera.
Las cerca de una treintena de organizaciones firmantes manifiestan su preocupación por el daño por contaminación agro-química que sufrirá el Humedal de Sierpe-Térraba por la aprobación de este proyecto piñero.
‘Demandaremos ayuda y denunciaremos ante las instancias internacionales que sean necesarias la situación de riesgo de este humedal. Es preocupante que en la emergencia global por el cambio climático que vivimos se ponga en peligro un lugar de tanta importancia ecológica y cultural’, sostienen las agrupaciones.
Recuerdan que durante años, las plantaciones extensivas han arrasado cientos de sitios arqueológicos en la Zona Sur y adelantan que la propiedad donde se planea instalar la plantación piñera tiene al menos nueve sitios arqueológicos, por lo que expresamos nuestra preocupación por la afectación que puedan sufrir estos asentamientos precolombinos.
Detallan que la expansión piñera y de monocultivos provocan daños ambientales y sociales como erosión masiva y degradación de suelos; eliminación de superficies boscosas; migración o desplazamiento de especies; contaminación por pesticidas; deterioro y envenenamiento de mantos acuíferos y remoción y destrucción de patrimonio arqueológico.
Asimismo, prosiguen, afectación en la calidad del paisaje; introducción de plagas; cambios en la dinámica hidrológica y migraciones humanas descontroladas.
Concluyen que esta declaración es el inicio de su trabajo en oposición a la producción de los monocultivos en la Zona Sur de Costa Rica, especialmente el de la piña.
— NNN-PRENSA LATINA
