NACIONES UNIDAS, 22 de noviembre (NNN-UNIS) — La agresión causó al menos doce muertes y unos 50 heridos en el campamento de Qah, en la provincia Idlib, al noroeste del país. También fueron lesionados cuatro trabajadores humanitarios de un hospital de maternidad vecino. El coordinador humanitario y la asesora humanitaria del enviado para Siria llamaron a las partes en conflicto a respetar a los civiles.
Al menos doce personas murieron el miércoles 20 de noviembre en un ataque con misiles al campamento para desplazados de Qah, en la provincia de Idlib, al noroeste de Siria. Los informes preliminares también dan cuenta de un mínimo de medio centenar de heridos, entre ellos numerosos niños. La ONU advirtió que es probable que esas cantidades aumenten.
Además de las víctimas, la embestida destruyó la infraestructura del campamento, incluidas las tiendas de campaña donde se alojaban los desplazados, y causó grandes daños a un hospital de maternidad cercano en el que fueron lesionados cuatro trabajadores humanitarios.
En sendos comunicados, el coordinador humanitario regional adjunto de las Naciones Unidas para la Crisis, Mark Cutts, y la asesora humanitaria del enviado de la ONU para Siria, Najat Rochdi, expresaron consternación por tan devastadora agresión.
“Es repugnante que se lancen misiles contra los civiles vulnerables, entre ellos ancianos, mujeres y niños alojados en tiendas de campaña y refugios improvisados en un campamento para desplazados internos”, subrayó Cutts.
Rochdi señaló que los misiles fueron lanzados “supuestamente desde territorio controlado por el Gobierno sirio”.
Los campamentos son lugares donde la gente que ha debido huir de la violencia busca seguridad y una morada, resaltaron ambos funcionarios.
Las leyes humanitarias internacionales estipulan que todas las partes de un conflicto están obligadas a distinguir entre civiles y combatientes y a proteger a la población civil en medio de los operativos militares.
Cutts recordó que cualquier ataque directo a los civiles constituye una violación de esas leyes.
La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha verificado más de mil víctimas de abril a la fecha en el noroeste de Siria como resultado de las hostilidades. Cientos de esas víctimas son menores.
Asimismo, ha reportado decenas de ataques a instalaciones y personal médico en toda Siria.
“Condeno este ataque en los términos más enérgicos y llamo una vez más a todas las partes del conflicto a tomar todas las medidas necesarias para proteger tanto las vidas como las infraestructuras civiles, según sus obligaciones bajo las leyes humanitarias internacionales”, puntualizó el coordinador adjunto para la Crisis en Siria.
Por otra parte, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) indicó que más de cinco millones de niños sirios precisan asistencia humanitaria en Siria. Entre esos menores, 2,6 millones son desplazados.
El representante de UNICEF en Siria, Fran Equiza, afirmó que la crisis humanitaria aumenta en escala, gravedad y complejidad.
Hasta septiembre pasado, el organismo había verificado cerca de 1800 violaciones graves de los derechos de los niños cometidas este año. Dichos atropellos abarcaron asesinatos, lesiones, reclutamiento y secuestros, además de ataques a escuelas y centros de salud.
Las cifras muestran que los niños sirios siguen expuestos al mismo nivel de riesgo que en 2018, cuando 1106 menores fueron muertos en combates, el número más alto registrado en un año desde el inicio de la guerra, aunque UNICEF aclaró que esos datos son sólo las que ha podido verificar la ONU, por lo que la cantidad real podría ser mucho mayor.
Según UNICEF, los asesinatos y el desmembramiento son las atrocidades más socorridas contra los niños en Siria, con 657 muertes y 324 heridos entre enero y septiembre.
— NNN-UNIS