SANTIAGO, 22 de noviembre (NNN-AGENCIAS) — El presidente de Chile, Sebastián Piñera, sostuvo el jueves que la democracia chilena “ha pasado por una prueba muy difícil”, pero demostró que es capaz de atravesar “tiempos difíciles”, al tiempo que asumió excesos policiales en la agitación social de los últimos días.
Por primera vez después del estallido social del 18 de octubre, el mandatario sostuvo una reunión con la prensa internacional en Chile, con quien abordó la crisis social que el gobierno ha enfrentado en el último mes y que obligó a cambiar la agenda política e incluso lo llevó a modificar el gabinete. Hace dos semanas cambió a los ministros del Interior y de Hacienda, Andrés Chadwick y Felipe Larraín, quienes lo habían acompañado en el primer gobierno (2010-2014) y lo habían ayudado a enfrentar la crisis que vivió también en 2011 con el movimiento estudiantil.
Subrayó ante los corresponsales que el gobierno ha estado frente a varias encrucijadas. “Hemos tenido que compatibilizar orden público con el respeto de los derechos humanos”, aseguró. Admitió que en “algunos casos, no se cumplieron los protocolos, no se cumplió la ley, se cometieron excesos, abusos y todo eso va a ser investigado por los tribunales, porque así funciona una democracia”.
Justificó las demandas de mayor justicia social reclamadas por la ciudadanía, “demandas legítimas, que hemos escuchado” y en esa línea señaló que “hemos puesto en marcha un plan social que significa un alivio para la gente, no resuelve todos los problemas, como subir las pensiones en 50%, bajar los medicamentos en 30%, establecer transporte gratuito para las personas mayores”.
Explicó que “esto es un alivio pero significa una exigencia y una carga para el Fisco muy grande y tenemos que compatibilizar con que los fundamentos de la economía permanezcan sólidos”. Consultado por el informe de Amnistía Internacional que definió la represión a las manifestaciones sociales como “un castigo”, Piñera se refugió en que “Chile tiene una institucionalidad democrática, tenemos tribunales de justicia independientes”.
Además, relevó, “instituciones cuyo labor es defender, en forma independiente y autónoma del gobierno, los derechos humanos, todas esas instituciones han funcionado con plena independencia y con respaldo del gobierno”. Afirmó que “nuestra democracia ha pasado por una prueba muy difícil pero ha demostrado que tiene raíces profundas y que es capaz de enfrentar tiempo tan difíciles como los que hemos vivido estos últimos días”. Pero defendió que “las Fuerzas Armadas y de Orden -que han tenido que colaborar en un periodo corto (nueve días bajo estado de emergencia)- tienen reglas del uso de la fuerza” en la función del restablecimiento del orden público y la garantía de la seguridad ciudadana.
Mencionó en primer lugar, la presencia policial, la cual si no es suficiente tiene que usar el dialogo, la disuasión y el convencimiento. En tercer lugar, ocupar el agua y el gas, “y solamente cuando está en riesgo la vida de las personas -civiles o uniformados- se pueden usar escopetas que disparan perdigones, que de acuerdo a los protocolos tienen que ser de goma”.
Insistió en que si esos protocolos “no se cumplieron, que es posible en algunos casos que no se cumplieran, eso va a ser investigado por la Fiscalía, y va a ser sancionado por los tribunales de justicia, así funciona una democracia, así funciona un estado de derecho”.
— NNN-AGENCIAS
