YUBA, 14 de noviembre (NNN-PRENSA LATINA) — Una conferencia a la que asistieron representantes del Gobierno y las fuerzas de oposición en Sudán del Sur repudió el miércoles aquí la presencia de niños en las filas militares.
Un niño no es un soldado, afirmó el jefe de protección infantil de las fuerzas de oposición, Peter Alberto, quien agregó que los niños y las niñas deben vivir en casa e ir a la escuela.
Hacer realidad un ‘ejército de cero niños’ fue el objetivo respaldado por los otros 50 oficiales superiores que asistieron a la conferencia de tres días encabezada por la Unidad de Protección Infantil de la Misión de las Naciones Unidas en Sudán del Sur (Unmiss) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Los niños deben ser disuadidos de unirse al Ejército y, en cambio, deben estar motivados para estar en la escuela. El Gobierno debe asumir una mayor responsabilidad por los jóvenes porque son la columna vertebral de este país, señaló Andrew Oluku, un funcionario del Comité Nacional de Desarme, Desmovilización y Reintegración de Sudán del Sur.
Algunos pasos integrales para lograr un ‘ejército de cero niños’ esbozada por los participantes incluyeron sensibilizar a los oficiales subalternos sobre la importancia del problema, mejorar los métodos para identificar a los reclutas menores de 18 años y aumentar los esfuerzos para encontrar y liberar a niñas y niños actualmente enlistados.
Facilitar la reintegración exitosa de los liberados también fue reconocido como un aspecto crucial para poner fin a la práctica.
Estamos preparados para trabajar junto con todas las partes para garantizar la profesionalidad de las fuerzas armadas de Sudán del Sur. Esto solo puede funcionar si somos abiertos entre nosotros, declaró el jefe de la Unidad de Protección Infantil de la Unmiss, Alfred Orono.
Si bien es de suma importancia, lograr este objetivo no será fácil, pues la inestabilidad y la inseguridad casi crónica provocadas por años de luchas intercomunitarias han obligado a muchos jóvenes a enfrentarse a grupos armados como una forma de escapar de la pobreza o protegerse de la violencia, reconocen expertos.
— NNN-PRENSA LATINA