NACIONES UNIDAS, 5 de noviembre (NNN-UNIS) — La última escalada de violencia en el noreste de Siria demanda una repatriación urgente de los aproximadamente 28.000 niños y niñas de 60 nacionalidades diferentes, entre ellos casi 20.000 iraquíes, que se encuentran varados en esa parte del territorio árabe “antes de que sea demasiado tarde”.
Así lo manifestó el lunes la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, quien destacaba que “los Gobiernos nacionales tienen ahora la responsabilidad y la oportunidad de hacer lo correcto y llevar a estos niños y a sus padres a casa donde puedan recibir la atención adecuada y estar a salvo de la violencia y el abuso”.
Según las cifras que baraja el Fondo de la ONU para la Infancia la mayoría de los menores atrapados en las hostilidades, un 80%, tiene menos de 12 años y la mitad no llega a los 5. A esta cifra hay que añadirle que por lo menos 250 niños están detenidos.
UNICEF elogió el liderazgo de los 17 países que ya han repatriado a más de 650 niños y niñas “muchos de los cuales viven ahora con sus familiares, incluidas, en algunos casos, sus madres, que han regresado con ellos”.
Sin embargo, Fore reconoció que la iniciativa emprendida por esas naciones representa más “la excepción que la norma” y envió un claro mensaje a los Gobiernos al indicar que “el interés de los menores ha de prevalecer por encima de cualquier otra consideración”.
“UNICEF está profundamente preocupado por la seguridad y el bienestar de estos menores y de las decenas de miles de niños y niñas sirios que luchan por sobrevivir en medio de condiciones cada vez más difíciles en los campamentos y centros de detención de la zona. Esto incluye a los 40.000 niños y niñas que acaban de ser desplazados en el noreste de Siria. Algunos fueron separados de sus familias, heridos o discapacitados a causa de la violencia. Todos ellos son críticamente vulnerables y necesitan urgentemente protección contra nuevos daños”, destacó la máxima responsable de UNICEF.
— NNN-UNIS