BAGDAD, 27 de octubre (NNN-AGENCIAS) — Más de 40 muertos y cerca de dos mil heridos es el saldo hasta ahora de las protestas antigubernamentales reanudadas el viernes en Irak, avivadas por las denuncias de corrupción, falta de servicios públicos y desempleo que a principios de mes dejaron 157 fallecidos y unos seis mil lesionados.
Las autoridades decretaron toques de queda en cinco provincias. En total, 27 edificios fueron alcanzados por las llamas durante las protestas en siete provincias del sur del país.
La sala de operaciones conjuntas en Irak confirmó que algunos individuos aprovecharon las manifestaciones registradas en el país para cometer crímenes y otros delitos, hubo que lamentar por esta causa la muerte de personas y la quema de propiedades públicas y privadas.
La fuente dijo que sus fuerzas de seguridad tratarían firmemente con los delincuentes bajo la ley antiterrorista, pero el Ministerio del Interior iraquí anunció que no usaron armas de fuego o fuerza excesiva contra los manifestantes.
Explicó que “la caída de muertos y heridos durante las protestas se produjeron como resultado de enfrentamientos con las unidades de protección de las instituciones y sedes de las fuerzas políticas”, y reveló la emisión de órdenes de arresto contra quienes atacaron edificios gubernamentales, escuelas y bienes públicos.
Agregó que consideraría estos actos ilegales como un delito, y debe tratarse de inmediato en el campo y urgente, señalando que impondrá medidas estrictas contra aquellos que no pertenecen a manifestantes pacíficos.
Esto ocurre después de la muerte de 42 personas durante las protestas en Bagdad y otras ciudades, en un momento en que el Ministerio del Interior iraquí anunció que varios efectivos de seguridad perdieron la vida y otros resultaron heridos después de desatarse la violencia en algunas de las acciones de desobediencia hasta ese momento pacíficas.
Los manifestantes trataron de cruzar el puente de al-Yamhouriyah hacia la Zona Verde y los disturbios les impidieron disparando gases lacrimógenos, y la escena se convirtió en un campo de batalla.
Los manifestantes en la plaza Tahrir en el centro de Bagdad plantearon demandas de reformas gubernamentales, la lucha contra la corrupción y brindar los servicios necesarios a los ciudadanos.
Las autoridades iraquíes interesadas en los niveles gubernamental, popular, religioso y político se apresuraron a tomar diversas posiciones para cumplir con la ley, y evitar ataques contra manifestantes y bienes públicos.
Las Brigadas de Hizbullah en Irak enfatizaron que lo sucedido confirma la presencia de elementos vinculados a Estados Unidos, (Israel) y Arabia Saudita.
“La acumulación de corrupción en las articulaciones del estado es responsabilidad de todas sus fuerzas políticas”, agregaron.
— NNN-AGENCIAS