BAKÚ, 27 de octubre (NNN-AGENCIAS) — Más de un centenar de países ratificaron en Bakú su apoyo a Venezuela, aseguró hoy el presidente Nicolás Maduro, al concluir la primera jornada de deliberaciones de la XVIII Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (Mnoal) en su cuenta de Twitter.
“Nos sentimos felices porque 120 países han ratificado su decidido respaldo a Venezuela. Con orgullo seguiremos defendiendo la verdad de nuestro pueblo. No estamos solos, tenemos al mundo de nuestro lado”, escribió el mandatario en la red social.
Este viernes, además de entregar la presidencia pro témpore del Mnoal a su homólogo de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, para los próximos tres años e intervenir en la plenaria, el jefe de Estado venezolano se reunió con varios líderes mundiales y funcionarios de entes internacionales.
Entre los encuentros paralelos sostenidos por Maduro durante esta jornada destaca el intercambio con Aliyev, el cual calificó de grato y señaló que estaba convencido que el organismo quedaba en buenas manos y, seguirá siendo luz y esperanza para la humanidad.
De igual forma, intercambió con el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Peter Maurer, a quien agradeció en nombre de Venezuela, la cooperación y el apoyo que esa institución le ha prestado en medio de las cruentas medidas que impone el Gobierno de Estados Unidos, las cuales limitan, entre otras, la adquisición de medicamentos.
El pasado miércoles, durante la reunión preparatoria de la Cumbre de jefes de Estado, Venezuela asumió el liderazgo de una comisión de los No Alineados que trabajará a favor del cese del bloqueo de Estados Unidos contra varios países del ente.
“Nosotros tenemos el honor de presidir esa comisión permanentemente de ahora en adelante. Vamos a dedicarnos a esta lucha en los próximos años”, dijo el viceministro de Relaciones Exteriores Samuel Moncada, al dar a conocer la noticia.
El prestigio de la nación suramericana, su vocación de paz y la intensa ofensiva diplomática desarrollada por el estado bolivariano le han permitido en los últimos tiempos dar a conocer al mundo la verdad sobre lo que acontece en el país, como consecuencia del bloqueo estadounidense y las acciones desestabilizadoras de la derecha.
— NNN-AGENCIAS
SANTIAGO DE CHILE, 27 de octubre (NNN-ANDINA) — La manifestación más grande de Chile desde que cayó en 1990 el dictador Augusto Pinochet reunió el viernes en Santiago a al menos un millón de personas cuando se cumplió una semana de las protestas contra la desigualdad social en el país y que ya deja 19 muertos.
A pesar de que la convocatoria era para las 17:00 hora local (20:00 GMT), la inmensa Plaza Italia, punto neurálgico de la mayor ola de protestas de la historia democrática de Chile, lucía abarrotada media hora antes mientras miles de personas se quedaban en las avenidas aledañas sin poder ingresar.
Algo más de una hora después, la concentración reunía ya a más de un millón de personas, según las cifras de la Intendencia Metropolitana, e iba en aumento conforme pasaban los minutos.
La muchedumbre rebosó el epicentro del descontento social para reclamar la salida del presidente Sebastián Piñera por la represión y presuntas violaciones de los derechos humanos cometidas por las fuerzas del orden contra los manifestantes en días anteriores.
También por considerar insuficientes el paquete de medidas propuesto por el mandatario para contentar los reclamos de mejores pensiones y salarios, y de precios más justos para la luz, el gas, la educación universitaria y los servicios de salud.
Entre la multitud comenzó a desplegarse una gigantesca bandera con el lema “Chile despertó”, la consigna que ha proliferado por las redes sociales, acompañado de la frase “No estamos en guerra”, en referencia a la declaración de guerra que hizo Piñera contra los causantes de incendios en supermercados y estaciones del Metro.
Otra gran pancarta solicitaba “asamblea constituyente” para redactar una nueva Constitución que reemplaza la Carta Magna de la dictadura que rige en Chile desde 1980 y a la que los manifestantes culpan del modelo económico neoliberal que ha agudizado la desigualdad entre las distintas clases sociales.
“Por la dignidad de nuestro pueblo, a la calle sin miedo”, se leía en otro gran cartel que se colgó desde lo alto de uno de los edificios que rodean la emblemática plaza santiaguina.
— NNN-ANDINA