PEKÍN, 20 de octubre (NNN-PRENSA LATINA) — Tras algunos días de tensa calma, Hong Kong (sur de China) vivió el domingo su vigésimo domingo consecutivo de violencia, pues grupos de manifestantes desafiaron nuevamente el veto oficial, salieron a las calles e incurrieron en disturbios.
Imágenes y videos divulgados en la prensa ilustran la repetición de actos en el céntrico distrito de Kowloon como el lanzamiento de bombas Molotov contra las estaciones de policía, altercados, destrucción de estaciones ferroviarias y vandalismo en fachadas de bancos y establecimientos comerciales vinculados a la parte continental de China.
Luego de ignorarse varias advertencias y llamados a la calma, las fuerzas del orden desplegaron comandos y procedieron con medidas antidisturbios para controlar la confrontación y ataques contra edificios del territorio.
Los incidentes de este domingo ocurrieron aunque la policía el viernes negó solicitudes de marchas, pues obtuvo información de inteligencia sobre acciones y uso de objetos que pondrían bajo peligro la seguridad ciudadana.
Hong Kong lleva cuatro meses entrampado en una ola de violencia sin precedentes que genera creciente rechazo de autoridades locales y del Gobierno central de China porque empuja al territorio sureño hacia un estado de caos y deja profundas grietas en la sociedad.
Lo que comenzó con marchas en rechazo a una ley de extradición -ya eliminada- se convirtió en un movimiento hostil que siempre termina en altercados, vandalismo y hasta agresiones a personas con puntos de vista distintos.
La situación se deterioró aun más desde el 1 de octubre, especialmente con la prohibición al uso público de máscaras, y llegó al punto de que la policía endureció las medidas antidisturbios para controlar a las masas más extremistas.
Incluso ayer se informó sobre la detonación de un teléfono celular frente a una patrulla, un indicio de que los radicales apelan a métodos de estilo terrorista.
Medios de prensa describen a la llamada Perla de Oriente como un pueblo fantasma donde sus ciudadanos temen salir a las calles, el transporte está casi paralizado, se ahuyentó el turismo y es nula la vida socioeconómica que le valió fama como uno de los más importantes centros financieros del orbe.
— NNN-PRENSA LATINA
