ROMA, 8 de octubre (NNN-AGENCIAS) — Una empresa de Ghana quiere vender los troncos sumergidos en el Lago Volta, endurecidos por su larga permanencia en las aguas pantanosas y por ello la madera “mucho más fuerte”, para reconstruir y devolver su esplendor a la catedral de Notre-Dame, gravemente dañada por el incendio del pasado 15 de abril. La propuesta proviene de la empresa Kete Krachi Timber Recovery, que tiene concesiones gubernamentales para la recolección de esta madera.
Enormes árboles tropicales, de hecho, están sumergidos desde 1965 en el Lago Volta, una cuenca artificial a lo largo del río homónimo, desde que fue construido el dique de Akosombo.
La empresa, informó la BBC News Africa, considera que usar estos troncos para reconstruir la catedral parisina es más ecológico que cortar nuevos árboles, pero mientras algunos expertos describen la propuesta como una “solución genial”, otros advierten que podría tener consecuencias desastrosas para el ecosistema local.
Un reporte sobre la revista Environmental Health Perspectives, de hecho, afirma que extraer árboles de los lechos de los lagos puede contaminar el agua con los sedimentos, privando así a los organismos acuáticos de la luz necesaria para sobrevivir.
Desarraigar árboles podría amenazar la industria pesquera de Ghana, un salvavidas para unas 300 mil familias, y también son muchas las perplejidades relacionadas con las emisiones de gas del efecto invernadero producidas por el viaje marítimo de la madera.
La Kete Krachi Timber Recovery, que exporta la mayor parte de la madera a Europa y menores cantidades también a Sudáfrica, Asia y Medio Oriente, declara que los barcos que se utilizarán para realizar el viaje hacia Francia son rutas comerciales consolidadas, entonces la contribución de carbono adicional en la atmósfera sería “insignificante”.
La propuesta, que en caso de que fuera aceptada por el gobierno francés generaría un pedido de 50 millones de dólares, fue presentada al ministerio de Cultura de Francia, que estudiará las distintas ofertas recibidas, pero mientras tanto está comprometido en la seguridad de Notre-Dame.
Se estima que para construir parte de la catedral fueron talados 1.300 árboles, principalmente robles, en el siglo XII.
El área deforestada se extendió sobre 52 acres, el equivalente a 26 campos de fútbol.
Según Bertrand de Feydeau, vicepresidente del grupo de conservación francés Fondation du Patrimoine, Francia ya no tiene robles gigantes del mismo tamaño y madurez utilizados para construir la estructura original.(ANSA).
— NNN-AGENCIAS