PARÍS, 26 de septiembre (NNN-PRENSA LATINA) — El gobierno francés respaldó el miércoles las conclusiones del informe realizado por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) sobre ‘El océano y la criosfera en un clima cambiante’, y señaló que sus políticas van en esa dirección.
El documento, resultado de una colaboración internacional de casi 180 científicos de más de 87 países, describe las interacciones observadas y futuras entre el calentamiento global y los cambios en mares, polos y glaciares, así como los riesgos que estas transformaciones inducen para las poblaciones humanas y los ecosistemas.
Para la ministra francesa de Transición Ecológica, Élisabeth Borne, los diagnósticos y las resoluciones de la comunidad científica son un ‘llamado a movilizarse, a mitigar el cambio climático pero también a prepararse y adaptarse a él’, y constituyen ‘una demostración de que el clima y la biodiversidad no son desafíos distintos sino una sola lucha por la transición ecológica y la protección del medio ambiente’.
Al tiempo señaló que ya no es tiempo para las alertas sino para ‘pasar a la acción’, teniendo en cuenta que existen ‘soluciones basadas en el conocimiento’, y ‘acciones para recuperar la biodiversidad y adaptar los territorios a los riesgos’, dijo.
Por su parte el ministro de Educación Superior, Investigación e Innovación, Frédérique Vidal, aseguró que los resultados del informe no pueden ser negados científicamente, y destacó que, con el mismo rigor, los investigadores del IPCC nos muestran que lo peor aún se puede evitar.
El ministro de Europa y Asuntos Exteriores, Jean-Yves Le Drian, consideró que las bases de la investigación deberían servir para desarrollar ‘una acción diplomática que eleve las ambiciones climáticas globales y nuestra política de desarrollo’.
El informe del IPCC es claro: el calentamiento se está acelerando y el océano y la criosfera están cada vez más afectadas por el cambio climático, incluidos los impactos en los arrecifes de coral, las tierras bajas y las islas, los ecosistemas de montaña, permafrost y los glaciares.
Esta degradación de los ecosistemas aumenta los riesgos para las poblaciones, lo que lleva a un deterioro de la pesca, daños en infraestructuras, problemas con el suministro de agua dulce, impactos en la salud humana, la seguridad alimentaria o el medio ambiente.
— NNN-PRENSA LATINA
