NUEVA YORK, 23 de septiembre (NNN-AGENCIAS) — Irán lleva a Naciones Unidas la “Coalición Esperanza”, un plan de paz para la región, promovido por el presidente del país, Hassan Rohani.
Lo presentará en la 74ta Asamblea General del organismo y enviará un mensaje claro a Estados Unidos y a su presidente, Donald Trump: los países de la zona están en condiciones de “proveer por su cuenta seguridad al Golfo Pérsico, al mar de Omán y al Estrecho de Ormuz”.
La propuesta iraní llega en un momento de altísima tensión entre Teherán y Washington tras las acusaciones a Irán de haber estado detrás de los ataques del 14 de septiembre a las plantas petroleras de Arabia Saudita. Tales acusaciones alejaron la expectativa, y para muchos la esperanza, de un encuentro entre Rohani y Trump al margen de las labores de la ONU.
“Si bien no se puede excluir nada, no tengo intención de reunirme con Irán. Soy una persona muy flexible, pero no tenemos intenciones de encontrarnos con ellos. Veremos a muchos líderes, tenemos 15 reuniones programadas, pero Irán no está entre ellas”, afirmó el domingo Trump.
El magnate se encuentra en una posición difícil: según algunos se colocó solo contra las cuerdas tras la marcha atrás que dio en junio pasado cuando, sorpresivamente, decidió abortar el esperado bombardeo aéreo contra Teherán tras el abatimiento de un drone estadounidense. Una decisión que el mandatario tomó en soledad, dejando de lado a sus más estrechos consejeros, incluidos el vicepresidente, Mike Pence, y el Secretario de Estado, Mike Pompeo.
Ahora, a la distancia, Trump se encuentra en una situación similar pero, denuncian sus críticos, con menos opciones sobre la mesa: la marcha atrás de junio complica, de hecho, la estrategia estadounidense y muestra un presidente duro y batallador en sus palabras y en Twitter pero más cauto a la hora de los hechos. De todos modos, Pompeo asegura que Estados Unidos responderá a Irán de manera adecuada en caso que la vía de la diplomacia, por el momento la que se privilegia, fallara.
“Si no tenemos éxito e Irán continúa en el mismo camino estoy seguro de que el presidente Trump asumirá las decisiones necesarias para alcanzar nuestros objetivos”, explicó Pompeo, en defensa de la línea de la máxima presión llevada adelante por el mandatario estadounidense.
Según Pompeo, las sanciones están funcionando y la economía iraní se contraerá este año en 15%.
En el mismo sentido se expresó el Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, quien considera que todavía hay espacio para otras sanciones si fuese necesario. A la dureza del tono estadounidense respondió el ministro del Exterior iraní, Mohammad Javad Zarif. “No estoy seguro de que se pueda evitar una guerra. Estoy seguro de que no seremos nosotros quienes la iniciemos y, también, estoy seguro de que quien la iniciará no será quien la termine”, dijo.
“Esto significa que no será una guerra limitada”, agregó, y observó que Estados Unidos está agotando las opciones a su disposición. Esto se debe, explicó Zarif, a que la estrategia de la máxima presión con las sanciones no funciona.
Se espera que Rohani llegue en las próximas horas a Nueva York, donde permanecerá hasta el jueves. Su misión es aprovechar el escenario mundial de la ONU para lograr el apoyo internacional a su Coalición por la Esperanza.
“La presencia de fuerzas extranjeras en la región con el pretexto de que se ocupan de la seguridad solo ha llevado inseguridad y desgracia”, explicó Rohani. Además, observó que los países de la zona pueden proveerse de su propia seguridad. “Los enemigos continúan mintiendo y declarando que son ellos quienes garantizan la seguridad pero si están diciendo la verdad, ¿por qué tuvieron que enviar a la zona una gran cantidad de armas peligrosas?”, agregó. El mensaje a Trump, que envió nuevas tropas a la zona del Golfo, es más que claro.
— NNN-AGENCIAS