NASSAU, 5 de septiembre (NNN-AGENCIAS) — Habitantes y autoridades de las Bahamas se concentran en socorrer a víctimas de Dorian, que dejó miles de viviendas destruidas, aeropuertos inundados y carreteras cortadas en las islas, mientras en la costa de Estados Unidos se han emitido avisos de evacuación y la gente se prepara para un huracán que lleva vientos de 165 kilómetros por hora (categoría dos en la escala Saffir-Simpson).
La Marina británica, la Guardia Costera de Estados Unidos y grupos humanitarios intentan llevar alimentos y medicinas a residentes en las islas, donde la tormenta más fuerte que haya golpeado Bahamas pasó largas horas sobre las islas de Ábaco y Gran Bahama con vientos de hasta 295 kilómetros por hora y lluvias torrenciales antes de moverse por fin hacia aguas abiertas rumbo a la Florida.
Los equipos de rescate de Bahamas se están preparando para ir a la región oriental de la isla Gran Bahama, por primera vez desde el paso del huracán Dorian, informó el miércoles Iram Lewis, miembro del Parlamento de las Bahamas.
Lewis dijo que le preocupa la probabilidad de muchas víctimas en esa zona y que hay muchas necesidades médicas en la isla. Además, precisó que el gobierno está reuniendo equipos para recibir bienes del extranjero y organizando centros de distribución a medida que los contingentes comienzan a realizar misiones de búsqueda y rescate, ahora que el tiempo se ha despejado.
En la costa estadounidense, la gente ultima sus preparativos para una tormenta que seguía mostrando peligrosos vientos de 165 kilómetros (105 millas) por hora, lo que la clasifica como de Categoría dos.
En las costas de Florida, Georgia y Carolina del Norte se emitieron avisos de evacuación para más de dos millones de personas. Aunque la amenaza de un impacto directo a Florida prácticamente ha desaparecido, se prevé que Dorian pase peligrosamente cerca de Georgia y Carolina del Sur, e incluso que toque tierra en Carolina del Norte el jueves o viernes. El ojo del huracán pasó al este de Cabo Cañaveral, en Florida, el miércoles de madrugada.
Incluso si no toca tierra, es probable que el sistema cause marejadas ciclónicas y graves inundaciones, advirtió el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
El centro de Dorian se encontraba el miércoles de madrugada unos 144 kilómetros al este de Daytona Beach, Florida, y avanzaba hacia el noroeste a 12 kilómetros por hora.
En Bahamas, los últimos partes oficiales indican que al menos siete personas murieron. Los vendavales del meteoro y sus inundaciones de agua turbia destruyeron o causaron graves daños en miles de viviendas, afectaron los servicios en hospitales y atraparon gente en sus casas.
“Es una devastación total. Quedó destruida. Apocalíptico. Parece como si una bomba hubiera explotado”, dijo Lia Head-Rigby, quien ayuda a manejar una organización local de asistencia y que realizó un recorrido aéreo por las Islas Ábaco, una de las zonas más afectadas. “No se puede reconstruir lo que estaba ahí; hay que empezar de nuevo”.
Dijo que su representante en Ábaco le informó que “hay muchos más muertos” y que se están recuperando los cuerpos.
El primer ministro de Bahamas, Hubert Minnis, también prevé un aumento en el número de decesos y pronosticó que la reconstrucción requerirá de un “gran esfuerzo coordinado”.
“Estamos en medio de una de las peores crisis nacionales en la historia de nuestro país”, dijo Minnis. “No se escatimarán esfuerzos ni recursos”.
Cinco helicópteros de la Guardia Costera están volando casi cada hora a Ábaco y han evacuado a más de 20 heridos al principal hospital de la capital. También marineros británicos acudieron para prestar ayuda, y grupos humanitarios independientes intentan llegar a las islas afectadas en el norte del archipiélago.
Agachando la cabeza contra el viento y la lluvia, los rescatistas empezaron a evacuar gente tras el paso de la tormenta por la isla de Gran Bahama a última hora del martes utilizando motos acuáticas, botes e incluso una gran excavadora que llevaba niños y adultos en su pala, avanzando en medio de las aguas crecidas para ponerlos a salvo.
En las Bahamas, el portavoz de la Cruz Roja, Matthew Cochrane, informó que se cree que más de 13 000 viviendas, alrededor del 45% de las residencias en Gran Bahama y Ábaco, sufrieron daños severos o quedaron destruidas por completo.
Funcionarios de las Naciones Unidas indicaron que se necesitarán alimentos para más de 60 000 personas en las islas, mientras que la Cruz Roja señaló que unos 62 000 residentes requerirán agua potable.
Entretanto, los meteorólogos siguen la evolución de la tormenta tropical Fernand, que se acerca a la costa nordeste de México, al sur de la frontera con Estados Unidos. Al tocar tierra se espera descargue hasta 46 centímetros de agua, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, y cause peligrosas inundaciones y aludes de lodo por debajo de la Sierra Madre.
— NNN-AGENCIAS