ABUJA, 30 de agosto (NNN-PRENSA LATINA) — Representantes del gobierno nigeriano informaron el jueves que los ataques armados en el país en los últimos siete meses provocaron mil 460 muertes, pese que el número de acciones violentas de ese tipo disminuyeron en estados como Zamfara.
En ese período se registraron 330 acciones violentas por parte de agrupaciones de bandidos, afirmó en una reunión con agentes policiales la Secretaria Permanente de la Oficina de Servicios Especiales del Gobierno, Amina Shamaki.
Indicó que para mejorar la seguridad, el Gobierno Federal refuerza los controles en las fronteras, entre otras medidas.
Por otro lado, medios de prensa locales comunicaron que un centenar de elementos desconocidos, considerados bandidos, en las últimas horas secuestraron a 50 civiles, incluyendo mujeres embarazadas y niños, en una aldea en el noroeste de Nigeria.
Tras el ataque en la aldea de Wurma, en Katsina, las fuerzas de seguridad se enfrentaron a los asaltantes y lograron liberar a varios de los plagiados.
En el norte nigeriano y otras partes de este Estado desde hace varios años están activos grupos armados radicales como Boko Haram y el Estado Islámico.
De acuerdo con datos de las autoridades, en la última década ataques y atentados en Nigeria de la agrupación Boko Haram provocaron el deceso de más de 30 mil personas y más de dos millones de desplazados.
El grupo armado pretende imponer un califato islámico en el noreste de Nigeria y sus embestidas alcanzan también los vecinos Chad, Níger y Camerún.
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