PANAMÁ, 16 de agosto (NNN-PRENSA LATINA) — A menos de 48 horas de aprobado el proyecto de ley en la Asamblea Nacional, el presidente panameño, Laurentino Cortizo, firmó el jueves el documento que crea el Ministerio de Cultura, uno de sus pilares de su Gobierno.
Con esta rúbrica, acaecida en el Parlamento Latinoamericano y Caribeño, el mandatario hizo realidad un anhelado sueño durante décadas: contar con un mecanismo capaz de impulsar y fortalecer las expresiones artísticas, folclóricas y culturales de la nación bajo una sola guía.
Tras la firma, ocurrida como parte de los festejos por los 500 años de fundada la ciudad capital, el gobernante se comprometió a dotar a la cultura de los recursos necesarios para fortalecer y desarrollar este sector de vital importancia en la educación nacional, la ‘estrella del plan del Buen Gobierno’.
El martes último, el diputado Héctor Brands aseguró que teniendo voz y voto en el gabinete, la cultura asumirá el rol que se merece porque ‘nos da la posibilidad, a todos los que procedemos de estratos humildes, de alcanzar niveles impensables, ya que a través de ella y del deporte, pero sobre todo de la educación, todos podemos alcanzar nuestros sueños’.
Cabe señalar que como eje transversal de las políticas públicas, esta ley de 50 artículos constituye un aporte desde las dimensiones creativas, simbólicas y morales que identifican a Panamá con su compromiso de cumplir con los Objetivos del Desarrollo Sostenible planteados por Naciones Unidas en la Agenda 2030.
El actual director del Instituto Nacional de Cultura, Carlos Aguilar, quien desde ya se convierte en el primer ministro de esta cartera en el país, destacó el significado del hecho, el cual calificó de histórico durante la aprobación en el Parlamento, en tanto era una decisión que el Estado le debía al pueblo.
Con este ministerio, el Gobierno podrá dar respuesta a los nuevos desafíos de la cultura a través de una institucionalidad pública, moderna y capaz de apoyar eficazmente los procesos culturales que dinamizan individuos, comunidades, organizaciones, empresas e industrias, refiere el texto.
Asimismo, dotará a la nueva institución de capacidades administrativas y presupuestarias necesarias para desempeñar con eficacia la promoción de la industria cinematográfica y audiovisual, de las artesanías nacionales, expresiones inmateriales de carácter patrimonial y la proyección de los derechos de los creadores sobre sus obras artísticas, literarias y científicas.
Tal y como anunció Brands en el Parlamento, la segunda etapa de esta estrategia será la creación de la Ley General de Cultura, la cual permitirá impulsar todos los planes de desarrollo que este sector demanda a nivel de país para fortalecer la identidad, más allá de los grupos étnicos, porque ‘nosotros somos un crisol de razas’.
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