SANTIAGO DE CHILE, 22 de julio (NNN-PRENSA LATINA) — Tras 10 días sin agua potable por una grave contaminación con petróleo, los más de 180 mil habitantes de la ciudad de Osorno, comenzaron a recibir el domingo el líquido en sus viviendas de forma estable.
Durante la una reunión del Comité de Emergencia en esa ciudad del sur de Chile, tanto el intendente de la región de Los Lagos, Harry Jurgensen, como el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, anunciaron la reposición del suministro y aseguraron que era apta para el consumo humano.
Para despejar las dudas de muchos vecinos que habían denunciado en los últimos días casos de contaminación del agua en los pocos momentos en que se restablecía el bombeo, ambos funcionarios bebieron sendos vasos de agua.
Pero aún así las autoridades del municipio de Osorno llamaron por su parte a la población a tomar precauciones al consumir el líquido, hasta tanto las autoridades sanitarias digan la última palabra tras realizar pruebas confiables de la inocuidad del líquido.
En tanto, la muy cuestionada empresa privada Essal, responsable de la emergencia por la contaminación de las conductoras con más de mil litros de petróleo, informó en un comunicado que ‘el agua potable suministrada cumple con todos los estándares de calidad y seguridad que la hacen plenamente apta para el consumo humano’.
Pero al mismo tiempo anunció que realizará estudios en algunas zonas de la red, tras denuncias de autoridades primarias de salud por la presencia de restos fecales.
De todas formas, aun cuando no ocurran nuevos inconvenientes en el abasto de agua a la ciudad, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, anunció la víspera que la alerta sanitaria se extenderá por un mes más.
Mañalich justificó la prolongación de esa medida, que debía concluir el 31 de julio, para contar con un plan de vigilancia epidemiológica que permita atender la posible aparición de enfermedades gastrointestinales, aunque consideró que la calidad del agua es la adecuada.
La crisis del agua en Osorno trajo a la actualidad nacional la situación de ese recurso en el país, cuya explotación se encuentra en manos de empresas privadas, y de forma creciente, organizaciones políticas y sociales señalan la necesidad de que vuelva a ser patrimonio estatal y de todos los chilenos.
Asimismo algunas personalidades del país señalan que ese debe ser el tema central del debate ahora y no el monto de las indemnizaciones que debe asumir la empresa privada Essal, cuya negligencia e incompetencia, advierten, pudieran repetirse en otros lugares del país.
— NNN-PRENSA LATINA
